Eso sí, la razón de la renovación de las luminarias (ya renovadas casi en un 70 por ciento según aseguró la portavoz socialista) no es tanto por sostenibilidad sino por exigencias de la Unión Europea para acceder a los Fondos FEDER. La reducción de la huella de carbono, explicó Carreira, es uno de los criterios para la adjudicación de fondos comunitarios, una vez que Ceuta salió del grupo Objetivo 1 de regiones en desarrollo para ser considerada una región desarrollada como otras en Europa por el efecto estadístico. En el periodo 2014-2020, los fondos FEDER buscan proyectos que mejoren la eficiencia energética y primen la sostenibilidad, “vamos a aprovechar esta oportunidad para redoblar efectos en materia de eficiencia energética”, asumió Carreira.
Carreira admitió que puede haber luminarias que provocan el deslumbramiento del viandante, o que provocan zonas de sombra o incluso contaminación lumínica, y es que “la lucha entre la luz y la oscuridad no siempre es fácil” y apostó por estas medidas de ahorro ¡”que no van en detrimento de la luz sino todo lo contrario”, dijo dirigiéndose en este caso al presidente, fiel partidario de la iluminación como sinónimo de seguridad.
Una iniciativa, la de la renovación del alumbrado público, que trata de corregir una política, lamentó Miaja, “sin planificación, a la carrera sin pensar en el futuro y con la que no se corrigen los errores cometidos en el pasado”. Miaja señaló las deficiencias de las farolas en muchos puntos de la ciudad, con “cables colgando”, “oxidadas” y con las “puertas de registro cerradas con cinta aislante en unas luminarias que fueron colocadas el año pasado”, o el consumo excesivo de los reflectores de las playas de La Ribera y el Chorrillo, encendidas durante toda la noche.