Segundo Diez

Podría ser una oportunidad para aumentar los ingresos del Ayuntamiento de Ceuta el regular el polígono del Tarajal, de tal manera que se pueda convertir en un recinto vallado cerrado, con acceso peatonal desde Marruecos a través de la aduana con Ceuta y otro desde Ceuta para el paso de mercancías y del personal empleado en el Polígono.

Los marroquíes que accediesen al polígono, no requerirían más que de pasaporte (sin visado), pero no podrían acceder a Ceuta desde el polígono.

Y se podría abrir desde las nueve de la mañana, hasta las nueve de la noche si fuese  necesario. Y aprovechar  la noche para la reposición de mercancías.

Si además vienen acompañadas de medidas de orden público limitando el acceso al polígono a un número de determinado de personas y dosificándolas a lo largo del día, como han anunciado las autoridades, el comercio "atípico" en el Tarajal podría tener una nueva situación más ventajosa para todos.

En los accesos peatonales se podrían instalar cajas para el cobro como en un hipermercado con el fin de controlar las mercancías compradas, con sus facturas,  y registradas producto por producto por las cajeras contratadas al efecto. Después los compradores prepararían su bultos para portarlos a la aduana marroquí , para lo que se destinaría el espacio y los medios adecuados.

Lógicamente habría un control documental (policía nacional) y fiscal(guardia civil) En la entrada y salida del polígono a la ciudad de Ceuta habría igualmente un control exhaustivo de mercancías y de personas, por empleados contratados al efecto  y también habría un control documental (policía nacional) y fiscal(guardia civil).

De tal manera que se sepa con exactitud las mercancías que entran y salen del Polígono.

También habría un grupo de vigilantes privados que se encargarían de facilitar el orden de las colas dentro del polígono. También habría un grupo de personas encargadas del mantenimiento y limpieza del polígono.

Se crearía una empresa encargada de controlar el control de entradas y salidas de mercancías, ayudadas por las personas mencionadas que registren las salidas a Marruecos a través de las cajas, las entradas desde Ceuta , el orden interior, el mantenimiento y limpieza.

Esta empresa sería de carácter privado, y tendría una concesión por el Ayuntamiento  por un número determinado de años,siempre que su gestión sea eficiente.

El Ayuntamiento, con la ayuda del Estado Central, construiría el recinto vallado del polígono con sus accesos peatonales y vehículos.

La empresa concesionaria aportaría el personal necesario y los medios materiales para la gestión y control de mercancías, el orden y vigilancia, el mantenimiento i limpieza del polígono.

Todos los propietarios crearían una Comunidad que pagarían individualmente una cuota al Ayuntamiento por los servicios prestados.

A los compradores se les cobraría un pequeño porcentaje sobre las compras, de tal manera que el Ayuntamiento recibiría 2/3 y la empresa concesionaria 1/3.

Ese porcentaje se calcularía en función de los gastos previstos por la empresa, más un beneficio acordado.

Lógicamente la Agencia Tributaria se beneficiaría de ese control de mercaderías.

Y por supuesto los comerciantes.

Y al final, los ceutíes que verían como el Ayuntamiento dispondría de más dinero para invertir en bienes sociales y como aumentaría el número de nuevos puestos de trabajos.