guardia civil frontera 2
Javier Ángel Díez Nieto

En este escrito, sin obviar el drama que supone la muerte de cualquier persona. ¡Solo un mal nacido no sentiría horror por la muerte de seres humanos! Voy a hablar de nuestros centinelas que de nuevo se enfrentan absurdamente a la pena del banquillo. Por ello, de nuevo reproduzco un título ya publicado en su momento… ¡Solo…un necio ataca a aquellos que defienden sus casas! Porque esto es lo que hace nuestra Guardia Civil y Policía Nacional en la frontera… ¡Defender nuestras casas! Y a veces… deben emplearse a fondo e incluso arriesgar su integridad física para defendernos. ¡Y encima…algunos siguen criticándolos y tozudamente los llevan de nuevo a juicio, buscando no sé qué!

Llevamos más de cuatro años, desde los terribles hechos que sucedieron en nuestra frontera, escuchando negativos comentarios de denuncia sobre nuestros centinelas (eso sí…solo por algún que otro buenista normalmente subvencionado). Y ahora y de nuevo empujados por ellos, son llamados a los juzgados como investigados nuestros centinelas. Dos veces fueron imputados y archivado o sobreseído el caso. De esta manera, de nuevo deben enfrentarse a los mismos hechos ya investigados, ya que según algunos no fueron diligentes en auxiliar a los inmigrantes. Menos mal que esta tercera vez, ya que estamos en elecciones, hasta la abogacía del estado les va a defender… ¡Ya era hora de hacerlo, pero tarde llegan!

Pero…alguien en su sano juicio puede culparles. ¡Vamos…que con toda su uniformidad, botas y pertrechos profesionales, alguien puede acusarlos de no lanzarse al agua para salvarles! ¿Pero alguien sabe lo que significa, el riesgo y la especialización que se exige para ser socorrista? ¿Alguien de estos buenistas juzgadores, ha intentado salvar a una persona que se está ahogando? Seguro que no, sino no hablarían con tanta ligereza como hablan. ¡Qué bonito es hablar sin saber!

Pero lo terrible es que sobre aquellos…que decidimos que nos defendieran para dar tranquilidad y seguridad a nuestras casas mandándolos a defender nuestra frontera, algunos los atacan y cuestionan. ¡La estupidez no tiene límites!¡Qué fácil es juzgar desde lejos y desde los cómodos despachos, a nuestros centinelas! Porque lo que no quieren saber ni entender es que nuestros centinelas, se enfrentan actualmente a verdaderos pueblos en marcha. Y defendernos de ellos es su misión. Misión, encomendada por todos nosotros y por la que les exigiremos responsabilidad de los daños que suframos por su negligencia en nuestra defensa. Pero nunca…nunca…jamás porque cumplan diligentemente con la misión encomendada, como ahora parece ser que está de nuevo ocurriendo. ¡Solo los necios son capaces de hacerlo y tristemente lo están haciendo de nuevo!

Solo espero que nosotros… los ceutíes, como gentes de frontera sabemos lo que hay ya que desde siempre lo vivimos cada día ¿O es que alguien ha olvidados las explosiones sociales, que no hace tantos años sucedieron en nuestra ciudad? Épocas, donde la ratio de inmigrantes del Angulo y de Calamocarro, superaron la tranquilidad de nuestra ciudad. Y ahora… ¿Queremos que con el estúpido buenismo de unos pocos nos asolen ora vez los mismos problemas sociales? ¡Miren… juzgar y opinar en la distancia es muy fácil y cómodo!

Por eso… quiero que los que lean mi artículo lo entiendan y no tengan duda alguna sobre ello. Que nunca duden de que nuestros cuerpos y Fuerzas de seguridad siempre se enfrentan con: “Oportunidad, proporcionalidad y sobre todo con congruencia (palabra olvidada por muchos) y legalidad”. Y sobre todo, que la gente entienda que es mucha la tensión e incertidumbre sobre la propia seguridad física la que cada miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad sufren en sus actuaciones extremas Por ello no es justo ni éticamente moral que luego se las analice y ataque de forma simplista desde la tranquilidad de los despachos. Porque, seguro que ninguno de estos magníficos y fríos analistas grises de papel que los atacan, han vivido estas situaciones en primera persona

Pero bien…llegados de nuevo a este punto del absurdo. Qué alguien explique… ¿Para qué queremos defender nuestras fronteras? ¿Qué queremos que nuestros centinelas hagan? ¿Rechazo o asistencia, al que asalta nuestra casa? Porque si es asistencia nada más, que Dios nos coja confesados, y sino… ¿A qué viene tanta estúpida critica dilatada en el tiempo por su legal actuación? ¡Que los dejen en paz!

Yo simplemente y creo que como yo muchísimos otros, simplemente agradecemos la dedicación que en nuestra defensa realizan nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad. Por ello, apartándonos de las opiniones necias que de nuevo los acusan, quiero, que también estén seguros que la mayoría ¡Valoramos y agradecemos su dedicación como centinelas en defensa de la tranquilidad y seguridad de nuestras casas!