alberto gaitán
Podemos Ceuta

Existen muchas formas escurrir el bulto, de eludir las responsabilidades que como gobernante adquieres junto con el cargo. El Partido Popular nos tiene acostumbrados, desde el momento en que tuvo la primera oportunidad de asumir responsabilidades de gobierno y de tomar decisiones políticas, a maquillar mediante eufemismos, mentiras y manipulaciones de todo tipo la realidad para hacerla favorables a sus intereses e implementar políticas, que a corto, medio o largo plazo, van dirigidas en el mismo sentido siempre, favorecer los intereses de las oligarquías, locales o estatales, y que la factura del dispendio la paguen las clases populares, los más desfavorecidos, en peligro de exclusión y los excluidos.

Es algo plenamente evidenciable haciendo un simple repaso a las decisiones de Gobierno tomadas por Aznar, con su "España va bien" mientras las tasas de desempleados no bajaron nunca durante su mandato del 15% y nos instaba a endeudarnos y hacernos rehenes de la banca, y Rajoy con su inacción pasmosa ante todo excepto para recortar derechos sociales y civiles.

En el caso de Ceuta, Rajoy ha hecho escuela, el echar balones fuera, tirar para adelante, a ver si se arreglan las cosas por si solas y sin hacer nada, y lo más recurrente para el Sr. Vivas cuando se le exigen soluciones a los problemas de la ciudadanía ceutí: Presentar como necesarias y urgentes medidas que necesitan madurar en el tiempo, a medio o largo plazo, para ver sus frutos, eso de asumir responsabilidades como que no... O medidas que para implementarse es necesario que otras administraciones, las competentes, las lleven a cabo.

De hecho incluso llegan a la desfachatez de, tal y como ha hecho el Portavoz del Ejecutivo local Alberto Gaitan, esquivar la responsabilidad de atender a los ceutíes que lo necesiten durante la duración de las restricciones de movilidad impuestas por el Estado de Alarma decretado a consecuencia de la Pandemia del COVID-19 que nos obliga a todos los españoles a permanecer recluidos en nuestras casas y con severas restricciones de movilidad, con la excusa espuria de que el Ejecutivo estatal no ha hecho la transferencia de los 7,2 millones de euros de los que la Ciudad es acreedora.

¿En verdad las finanzas de la Ciudad está tan mal como para no poder atender a esas personas?

¿No es posible adelantar ese dinero, desviándolo de otras partidas presupuestarias, ahora que aún estamos dentro del primer trimestre del año y muchas no son urgentes o se realizarán más adelante durante el transcurso del año?

¿No es urgente y perentorio atender a esas personas para cortar efectivamente la expansión de la Pandemia?

¿No se debería de hacer todo lo posible, incluso endeudándonos, para atender esas necesidades?

Pues no, el Portavoz del Gobierno de Ceuta, dice que no, que no es posible atender a esas necesidades, aumentando la partida presupuestaria de los Servicios Sociales, porque el Gobierno de España no le ha hecho la transferencia de los 7,2 millones de euros que nos debe...

¿Puede ser más mezquina la excusa para la inacción?

¿Es ético utilizar ese hecho como excusa?

No, a ambas preguntas sólo se puede responder negativamente y llevan a pensar por una parte que son oportunistas y encaminadas a hacer electoralismo de la desgracia, y por otra que evidencian el profundo clasismo que anida en el Ejecutivo Local, igual que se hace un puente para cruzar del Paseo de la Marina Española al Casino, igual que se llena todo el centro de estatuas y farolas de diseño, igual que se deja de la mano de Dios a las barriadas periféricas. Porque todo está relacionado y cuando se priorizan unas inversiones sobre otras, no es un hecho fortuito, no, es una decisión, o una indecisión en este caso, política encaminada para favorecer a unos y abandonar o desatender a otros.

Todo Ejecutivo puede cometer errores, puede equivocarse en sus decisiones, están formados por humanos y los humanos somos imperfectos, pero cuando todas esas disfunciones van siempre en el mismo sentido, dan que pensar y evidencian un sesgo claramente clasista en la inmensa, por no decir todas, las decisiones de los ejecutivos del Sr. Vivas, desde el primero que formó en 2001 (mediante una moción de censura ganada gracias a tránsfugas del GIL) hasta el actual apoyado en la utra-ultra-derecha de VOX.

Estas declaraciones de Alberto Gaitan, no son una excepción, por desgracia, son la norma.