Aunque lo parezca, la finalidad de este artículo no es hablar de fútbol.

Quien más, quien menos, que le guste el fútbol ya habrá visto la jugada polémica del penalti que le pitan a favor al Madrid en el descuento de su partido contra la Juventus.

Bien, como sabiamente dice mi amigo Fermín, no es posible que viendo la misma jugada, dos mil seguidores del Madrid vean penalti y dos mil del barca vean un robo.

O sea, que evidentemente existe algo que nos predispone a favor o en contra de una situación o un objeto.

Alcanzar el punto de objetividad e imparcialidad total no es más que una utopía irrealizable, puesto que nuestras actitudes, nuestros valores, nuestras creencias, nuestras experiencias personales, influyen de tal manera en lo que vemos, escuchamos, juzgamos, que es imposible que todo eso no condicione nuestra visión de la "realidad".

Yo, merengue, en mi caso concreto, que me considero una persona relativamente objetiva (seguramente peco de lo que no soy), vi penalti. Pero estoy seguro de una cosa: si hubiese visto esa misma jugada a favor del barca no hubiese visto el penalti tan claro...seguro.

Podríamos hacer muchas matizaciones respecto a si ese penalti se pita en el minuto 15 o si se pita con el marcador a favor del Madrid, pero no me interesa.

Recuerdo que cuando hacía Criminología, en una conferencia, un ponente (psicólogo) decía que bajo presión en una situación de estrés, dos personas podían ver cosas totalmente diferentes sobre el mismo hecho.

Claro, ese comentario provocó objeciones de algunos jueces alegando que entonces cómo se podía saber cuál era la verdad.

Lo que quiero llevar es el asunto a nuestra vida diaria: si esto nos pasa con un partido de fútbol, ¿no es posible que nos pase en los demás aspectos de nuestro día a día?

¿Cómo si no es posible que aún haya gente que sea capaz de justificar, por ejemplo, a Cristina Cifuentes en el tema de su máster? ¿Acaso no es ya más que evidente que mintió? ¿Acaso no hay pruebas más que concluyentes  de que ni ha hecho máster ni na de na?

Incríeble su contumacia en mentir a pesar de todo.

¿Se justifica solo porque soy votante del pp? ¿Se imaginan a esas mismas personas opinando sobre el asunto si el máster lo hubiera "no realizado" un político del psoe?

¿Podría ser que cuando discutes con tu pareja sobre cualquier asunto, haya dos realidades o dos verdades diferentes?

¿Puede ser que el hecho de querer llevar la razón (algo humano) nos haga ver la misma situación de dos maneras opuestas?

¿Seríamos mucho mejores personas y tendríamos un mundo mejor si fuésemos capaz de empatizar con el otro y aceptar que quizás, solo quizás, las cosas no son como nosotros las vemos?

¿No os pasado nunca que vais con el coche conduciendo y algún conductor hace algo que os enfada y cuando vais a decirle algo es un conocido vuestro y cambíais automáticamente vuestra actitud?

En resumidad cuentas y como he planteado antes: ¿podría ser que no hubiese una única realidad?

No sé a vosotros pero a mí me parece un tema interesantísimo porque al afectar las percepciones a todos los ámbitos de nuestra vida, trabajar en cómo percibimos y como sentimos podría hacernos vivir un mundo más fácil, y esto va desde el fútbol a Cataluña, desde tu jefe a a tu pareja, desde tu hermano hasta a los inmigrantes, desde tu médico a tu amigo, en fin, todo.

Piénsenlo.