“…porque en esta tierra ya no hay caridad”


“…porque en esta tierra ya no hay caridad”
    Hace bastante tiempo, siendo yo adolescente, leí una historieta de “El jueves” (la revista que sale los miércoles). Contaba en clave de humor y con dibujos de comic un estudio que habían hecho sobre qué ocurriría si Jesús de Nazareth viniese a nacer en estos tiempos: Un hombre joven acompañaba a una mujer embarazada, a [...]


 

 

Hace bastante tiempo, siendo yo adolescente, leí una historieta de “El jueves” (la revista que sale los miércoles). Contaba en clave de humor y con dibujos de comic un estudio que habían hecho sobre qué ocurriría si Jesús de Nazareth viniese a nacer en estos tiempos: Un hombre joven acompañaba a una mujer embarazada, a punto de dar a luz, buscando un lugar donde dormir esa noche en Madrid, entonces no era Comunidad.

Recorren los albergues, las casas religiosas, y les van negando asilo aludiendo que están llenos y que la mujer no va documentada. Buscan hoteles caros, pidiendo caridad, hoteles baratos , pensiones… en todos  les niegan el techo. Recorren Madrid durante cuatro horas mientras la noche les va ganando la partida. Al final, un ser humano anónimo les pregunta y al ver la situación les ofrece cobijarlos en su casa.

Recuerdo que me dejó triste. Los villancicos cuentan esta historia una y mil veces,  de pequeña siempre me hacían llorar. Eso de que no tuvieran donde dormir, que acabase pariendo María en un pesebre era terrible, injusto y doloroso. Nos enseñaban que los malos posaderos, las leyes de extranjería de entonces, ellos iban a empadronarse donde habían nacido, no pensaban en las personas y sus circunstancias y el Niño de Dios acaba naciendo prácticamente en un establo por la falta de solidaridad. A todos nos daba pena.

Esta mañana me ha llamado Nora, tenía a una mujer en la asociación del Príncipe, una mujer joven, una madre soltera de Marruecos que en cuanto supo que estaba embarazada huyó de su familia (cree que su padre la mataría)  y acabó pariendo en el hospital de Ingesa, en Ceuta, sola, tres días antes de Nochebuena. A los dos días de dar a luz le dieron el alta y ella se cobijó en un portal (del Príncipe) durante una noche, con su bebé indefensa y asustada. Llovía a mares cuando la encontraron unos vecinos.

 Era Navidad.

La acompañaron a distintas casas religiosas buscándole cobijo, en todas les decía que era una transfronteriza y no podía quedarse. Servicios Sociales estaba cerrado por Fiestas. Todos le negaban el asilo.

Los vecinos recaudaron dinero para pagarle una pensión hasta encontrarle soluciones…

Cuando Nora  acabó de hablar, pidiéndonos ayuda pensé que el Niño de Dios había vuelto a nacer, en Ceuta. Como montones de niños de Dios nacen en cualquier lugar todos los días.  Así que hice lo que haría cualquier pastora del siglo XXI, buscar un lugar a golpes de teléfono. Afortunadamente se me apareció  un ángel de  la Asamblea de Cruz Roja y le encontró techo.

Las demás pastoras trajeron biberones, ropita, arrullos y chupetes. No hemos podido cantarle mucho al niño porque hay tanto trabajo, y tantas necesidades siempre que hemos pasado a otras cosas.

Los Reyes Magos andan a punto de llegar y estas pastoras se convierten en pajes de sus majestades para repartir juguetes.

 

 

 


Posted originally: 2009-12-28 23:03:23

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