El Grupo Parlamentario Socialista solicitará al Gobierno de la Ciudad, en el próximo Pleno de la Asamblea, la creación de un servicio público de transporte urbano de mercancías con la finalidad de regular y dar cobertura jurídica a un servicio que hoy se está prestando de forma ilegal, ofrecer una solución a la ciudadanía, garantizar el cumplimiento de la legislación vigente y, lo que es más importante, crear nuevos puestos de trabajo.

La distribución urbana de mercancías (DUM) se centra en la distribución, recepción y entrega de mercancías varias en el núcleo urbano. Ésta es una cuestión fundamental para el desarrollo económico y sostenible de cualquier ciudad.

Estas mercancías se engloban en dos tipos por ser cualitativa y cuantitativamente distintas. Por un lado están las mercancías de tipo comercial: grandes electrodomésticos, muebles, y en definitiva mercancía de gran volumen como para transportarlas en un vehículo pequeño, y por otro lado, están los residuos de construcción y demolición ( en adelante RCDs) provenientes de la demolición de infraestructuras o edificaciones, así como la construcción de otras nuevas.

Los RCDs son residuos, básicamente inertes, constituidos por tierras y áridos mezclados, piedras, restos de hormigón, restos de pavimentos asfálticos, materiales refractarios, ladrillos, cristal, plásticos, yesos, ferrallas, maderas, etc.

Los socialistas advierten que “el abandono de éstos afecta de manera muy negativa al entorno”, ya que “muchos de estos depósitos que llegan a verterse son catalogados como residuos peligrosos, y en lugares no acondicionados para inmovilizar la contaminación”.

Por tanto, “el impacto no es solo visual, sino también de una grave contaminación del suelo, aguas subterráneas, etc., con los efectos que éstos pueden tener para la salud de personas”, aseguran desde el GPS, y “de ahí, la importancia de llevar a cabo un riguroso control del transporte y depósito de estos residuos”.