- Seguro que los primeros que tienen miedo a que esto cambie, son aquellos que precisamente están ocupando un puesto de empleo público, sin haber pasado por unas oposiciones, vamos como vulgarmente se dice, esos que han sido colocados a dedo, basta con echarle un vistacito a todas las empresas municipales, para darse cuenta de la magnitud que alcanzan esos temores.

De hecho el peso que tienen algunos partidos dentro de estas empresas es tan evidente que, cuando llegan unas elecciones, muchos de los que las componen tienen la sensación de que les va la vida en ello, y ciertamente es así, pues según sea el poder que tenga el partido de turno dentro de la asamblea, así será su futuro, vamos lo que en política se conoce como estómagos agradecidos.

Esto es un hecho real, pues por todos es conocido el interés mostrado por algunos de los partidos con representación autonómica, por acaparar el mayor poder dentro de esas empresas municipales, para a partir de ahí, construir un séquito de seguidores que en el momento de las elecciones le sean fieles, permitiéndoles de ese modo seguir en el poder, eso si, sin haber aportado nada y teniendo como única misión la de ofrecer la imagen de una ciudad pedigüeña, dependiente del gobierno central y como no de los fondos europeos.

Siguiendo esta línea es mas que evidente la intención de estos grupos en posicionarse para ser ellos los que repartan la migajas, y de ese modo ir creciendo no por su buen hacer, sino por las pillerías y los chanchullos a los que nos tienen ya tan acostumbrados, pues solo basta con echar un vistazo al resumen de los plenos, para ver que tanto gobierno como oposición a lo mas que llegan es a sacarse los trapos sucios y a tirarse los trastos a la cabeza a consecuencia del "y tú mas".

Lo que no cambia para nada es el hecho de que cuando detentas el poder, algunos se te peguen como moscas, la mayoría de ellos tan acostumbrados a cambiarse de chaqueta a las primeras de cambio, y sino ya verán como en breve lo comprobaremos, si es que como se supone, algo cambia después de este desaguisado que tenemos encima.

En cualquier caso será todo un espectáculo ver como mas de uno y de dos borran de su pecho las siglas con las que hasta hace cuatro días actuaban de interventores o apoderados, eso si rezando porque nadie les haya sacado unas fotos en el momento de desempeñar dichos menesteres, aunque las hemerotecas están para algo y mas pronto que tarde habrá que tirar de ellas para poner a cada uno en su sitio.