"Robbie Williams no se somete a rehabilitación sólo porque su vida esté un poco fuera de control. Era algo realmente serio". Así, refiriéndose a sí mismo en tercera persona, es como Robbie Williams ha explicado su entrada a una clínica de rehabilitación hace dos años.
Parece ser que la época salvaje encarnando a uno de los cantantes de la boyband inglesa Take That hizo su mella en Robbie. Los excesos de esos años le llevaron a una espiral de depresión, alcohol y cocaína de la que intentó salir tomando fármacos antidepresivos.
Pero la medicación sólo consiguió que se hundiera cada vez más...