Tragsa tocó en la puerta del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) para buscar peones para la encomienda de actuaciones de acondicionamiento en zonas de difícil acceso y limpieza de playas que empezó a ejecutar el pasado sábado pero no llegó a completar en sus oficinas el proceso, como aseguró inicialmente. Según fuentes conocedoras de todos los pasos dados, el 20 de junio acudieron a las oficinas del SEPE el coordinador, el jefe de obra y un capataz.

Pidieron peones "que supieran leer y escribir" y que hubiesen cursado alguno de los programas formativos del Fondo Social Europeo que imparte la Ciudad. Como no son del SEPE, en la Dirección Provincial indicaron que tal requisito "no se reconocía como mérito condicionante" para el flltrado de candidatos, que debería hacerse entre los aproximadamente 14.000 desempleados alfabetizados existentes en sus bases de datos, trabajo que estimó en "dos meses" de duración.

Tragsa, que esperaba para dos días después, el 22 de junio, como sucedió, la recepción de la encomienda, optó por "seleccionar al personal entre los currículums que habíamos recibido, en todos los casos de personas demandantes de empleo", una condición "inexcusable".

Se trató, según las fuentes consultadas, de una solución "de urgencia" que no prevé repetir. Para la próxima encomienda de 'Mantenimento de espacios singulares, patrimoniales y turísticos' que espera recibir, con más tiempo de margen, "se gestionará la selección de recursos humanos a través del SEPE".

Desde el Ejecutivo local se ha pedido este miércoles a Tragsa que en el peor de los casos dé publicidad a cualquier proceso de selección de personal, aunque fuentes gubernamentales han recordado que el Grupo tiene libertad para la contratación. El articulado de la encomienda realizada señala que le corresponde "exclusivamente" la selección del personal "que, reuniendo la cualificación profesional necesaria para el correcto desempeño de las tareas encomendadas, formará parte del equipo de trabajo adscrito a la ejecución”. Debe, eso sí, “procurar que exista estabilidad” y que las variaciones sean “puntuales” y “obedezcan a razones justificadas”.

Con respecto a las tarifas y a la denuncia de Caballas de que están "infladas", las fuentes consultadas han explicado que no deben ligarse a los costes laborales y salariales del Convenio Colectivo de aplicación, el de Limpieza Pública de Ceuta, sino a las tarifas unitarias que cada año aprueba la Administración para las encomiendas a Tragsa, que incluyen gastos de material, seguridad, etcétera, con independencia de que en la ciudad autónoma los salarios del sector puedan ser algo más altos que en otros puntos del país pero los impuestos más bajos y las cotizaciones a la Seguridad Social estén bonificadas.