El último viaje a prisión del Cristo de Medinaceli

La lluvia se encargó este sábado de aguar el último viaje del Cristo de Medinaceli a la cárcel de Ceuta. Una tradición que se remonta décadas atrás y que este año se ha visto interrumpida definitivamente con el traslado del centro penitenciario a Fuerte Mendizábal, demasiado lejos para llevar la imagen del Señor de Ceuta cada Semana Santa. Pero este año estaban dispuestos a hacer un esfuerzo especial a petición del director de la cárcel.

La idea era llevar al Cristo de Medinaceli, cubrir con la imagen a hombros los casi tres kilómetros que separan l aparroquia de Santa Beatriz de Silva de Fuerte Mendizábal, pero no puedo ser. El temporal que de nuevo azota al Estrecho desaconsejaba el traslado tradicional y, con pesar de los miembros de la Cofradía, el Cristo de Medinaceli hizo su última visita a los reclusos en furgoneta, a buen recaudo en una caja y envuelto en un plástico para preservar la talla.

En la sala de comunicaciones del centro penitenciario esperaban a la imagen una veintena de presos y presas  ceutíes devotos del Medinaceli. Una imagen cristiana que tiene muchos devotos en el centro penitenciario, incluidos muchos internos musulmanes, que representan el 81 por ciento y que también solicitaron el permiso para acudir a la ceremonia religiosa en la que el Señor de Ceuta iba a bendecir la nueva cárcel.

Un acto al que acudieron el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull.



Entrando en la página solicitada Saltar publicidad