Usted puede ser diabético y no lo sabe

- Cansancio repentino, sed desmesurada y hambre voraz entre los primeros síntomas

- La Consejería de Sanidad e Ingesa realizan pruebas gratuitas en los centros de salud

“Camino todos los días por lo menos una hora y como sano”, argumenta la señora para explicar su buena salud, eso está muy bien, es fundamental”, le responde la enfermera con una paciencia que no se enseña en la universidad. Y no le falta razón: ha sacado un siete en el test de riesgo de diabetes. No tiene por qué preocuparse, de momento, si no rebasa el 11, aun así debe seguir cuidándose, le recomiendan, instándole, como han hecho con todos los pacientes anteriores, a que regrese el año que viene a realizarse de nuevo la prueba. “La diabetes es una enfermedad silente”, avisa la enfermera, “mucha gente no sabe que la tiene”.

Diálogos como este, con mejor o peor diagnóstico, se han repetido este lunes 14 de noviembre, en todos los centros de salud de la ciudad autónoma. Se trata de una iniciativa de la Consejería de Sanidad y el INGESA para sensibilizar a la población coincidiendo con el Día Mundial contra la Diabetes, una enfermedad “silenciosa” que padecen 7.500 ceutíes, aunque, según cálculos de las autoridades sanitarias, más de 2.000 no lo saben.

La única manera de salir de dudas es realizarse la prueba cualquier día en cualquier centro de salud, pero hay ciertos síntomas que nos pueden está avisando de que somos diabéticos y no lo sabemos.

Si, después de coger algunos kilos de más, empieza a nota cansancio, una sed desmesurada, un apetito voraz y estados repentinos de euforia y fatiga, sumados a una posterior pérdida de peso repentina y una necesidad imperiosa de orinar puede estar usted ante un caso de diabetes sobrevenida, avisan en el stand del centro de salud del Recinto. Si a eso le añade infecciones frecuentes, visión borrosa, heridas y hematomas que tardan en sanar, hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies, no lo dude más es posible que tenga usted una diabetes tipo 2, probables más allá de los 30 años.

Y es que la edad, como no, la herencia genética, el sobrepeso, la falta de ejercicio físico y la frecuencia con que comemos verduras, fruta y cereales influyen en el riesgo de padecer diabetes.

En todo caso, lo más sensato es siempre acudir a su centro de salud y salir de dudas.

Usted puede ser diabético y no lo sabe


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