Isabel Mohamed

Se critica mucho últimamente que alguien desde un nombre falso o un pseudónimo escriba. Nada ha cambiado a lo largo de los tiempos. Son muchos los que a lo largo de la historia han cogido su pluma bajo un nombre que nada tenía que ver con ellos. Distinto es que desde un perfil falso alguien se dedique a insultar, lo cual se ve bastante en Medios Sociales últimamente. Eso no va conmigo. Yo en este caso escribiré bajo una falsa identidad, sin insultar. Y lo haré como madre. O como padre. Con un hijo. O hija. O varios. Sí, en el C.P. Lope de Vega. Y escribiré de esta forma para proteger a mi hija. O a mi hijo. O a mis hijos. Protegerlos de que los señalen en el colegio porque su padre o su madre han escrito estas líneas.

Ni que decir tiene, y empiezo por aquí, que el único presunto culpable de hechos repugnantes de todos sabido es el detenido, a día de hoy en una prisión peninsular. Y que las víctimas son los pobres niños afectados y sus familias.

Ahora bien estoy intranquilo o intranquila. Me surge la duda, creo que lógica, de querer entender como una persona ajena al centro campea, según se dice, por dónde quiere. Que asiduamente esté en el baño de los niños pequeños. Y que nadie lo vea entrar o salir. Si eso es así, me surge la duda de si los responsables han llevado o no su funciones, entre ellas de controlar que personas ajenas al centro están en él en cada momento y dónde. Mientras tanto, si esto es así o no y de que el Juez de turno lo esclarece, echo de menos que la Dirección del centro haya contactado con todos los padres y los haya emplazado para exponer lo que ha acontecido. 

Sí, una versión oficial, de lo que ha pasado, qué actuación se ha seguido y si nuestros pequeños están bien. Algo normal. Seguro que mis dudas se hubieran disipado y no estaría aquí escribiendo. Hablo en estos días con muchos padres y muchos piensan así. Llegado este punto lo que sí tengo claro es que el equipo directivo debe dimitir porque ha perdido la confianza en gran parte de los padres. No pasa nada. Es un ejercicio de salud, sin más. Dejar paso a otro equipo. Se ve en política, en clubes deportivos, en asociaciones, en peñas, etc.

En otro orden de cosas, los comentarios que hay en la calle es que el susodicho ha pintado muchísimas de las estancias del centro. Si eso es así se estaría pasando por lo alto la ley de contratación pública no sacando a licitación ni más ni menos que el pintado de un colegio, en un momento en el que el tejido empresarial de nuestra ciudad pasa por uno de sus peores momentos. Lo dicho, firmado por un padre. O por una madre.