Javier Ángel Díez Nieto

Es increíble, pero cierto, porque ahora nos encontramos entre dos formas de pensar y entre dos tiempos, uno pasado y otro presente. Y esto no deja de ser paradójico, porque en el principio los primeros hombres capaces de conocerse como diferentes de la naturaleza circundante, crecieron y se multiplicaron en unas tierras sin pasado de orígenes de terruño. Luego con el tiempo se sintieron pertenecientes a unas tierras llenándolas de pasados superpuestos. Y de ahí… de esas tierras vírgenes de la naturaleza sin fronteras y sin pasado humano todos hicieron una continuidad social de pertenencia a la tierra donde crecían como algo propio. Esto último está presente en nuestro actual momento histórico. Porque algunos siguen intentando romper esa virginidad natural que da la tierra a todos haciéndose propietarios de ella en exclusividad. ¡Una estupidez! Es más se dice que cuando Dios hizo al hombre recogió un poco de barro de cada lugar del mundo para que ninguno se sintiese extraño en ninguna parte. Y así debía ser en un principio y sin duda será al final.

Sin embargo y con el paso de los tiempos, surgieron tradiciones y costumbres religiosas, territoriales y políticas que evitaban fundirse con otras sociedades cercanas separándose de ellas, intentando mostrarse como grupos extraños con los demás. Surgen de esta manera las fronteras, cuya principal función es la de preservar una forma de sociedad alcanzada por los diferentes grupos humanos. Fronteras que se ampliarían cada vez más extendiéndose a territorios más grandes y de esta manera surgen las naciones que se formaron aglutinando y absorbiendo de alguna manera las diferentes tradiciones de sus peculiaridades regionales. Eso sí ampliando las fronteras exteriores a territorios cada vez más extensos con la finalidad de defender siempre sus formas y costumbres tanto sociales como políticas alcanzadas con el devenir de los tiempos. Así surgieron las familias, las aldeas, la ciudad, la región, el estado nacional y ahora la Unión europea como ente supranacional que aglutina a los diferentes estados miembros con usos, creencias, políticas y costumbres comunes.

Sorprendentemente, y rompiendo la lógica de la historia, actualmente, se intenta el proceso inverso, es decir…se lucha por la segregación y separación entre ellas como único medio de alcanzar la arcadia feliz que algunos grupos regionales insolidariamente pretenden solo para ellos. Y esto lo estamos viendo y sufriendo con el grupo humano que habita Cataluña, que se considera un grupo extraño a los demás. Son actitudes, estas de la separación, ya viejas y arrogantes que jamás triunfaron aunque siempre han sembrado en su camino multitud de daños, rencores y odios entre las personas.

Todo esto… el intento de segregación y el odio a los que no piensan igual, lo estamos viviendo y observando en la región catalana, donde algunos… no la mayoría, pretenden erigirse sobre los demás imponiéndoles de la forma que sea, su obsesión de independizarse. Por el contrario, ahora se les presenta un gran dilema: “El consejo de ministros del gobierno español, se celebrará en Barcelona el día 21 de este mes”, y muchos aldeanos de terruño intentaran impedirlo. No podrán, porque como cuenta Esopo en su fabula de la víbora y la lima, la víbora mordió la lima intentando herirla y perdió los colmillos, se había olvidado que es una tontería intentar herir a quien es capaz de limar el hierro. Bueno esto es lo que le pasa al presidente Torra cuando intenta atacar a todo un estado nacional.

Porque a pesar de los CDR, ANC y OMNIUM CULTURAL… e incluso del tal Torra, entre otros, todo está preparado para afrontar la ceguera y la arrogancia, la terquedad y el maquiavelismo a corto plazo que caracteriza la política separatista del parlamento catalán. La vieja historia de la nación española está muy por encima de las actitudes de ayer con sus nuevas ideas de futuro y de progreso en unidad.