Yo voto a Vox, pero no ponga mi nombre
Santiago Abascal, VOX, en Ceuta (16 de 49)
Público asistente al mitin de Abascal en Ceuta

Centenares de ceutíes de todas las edades han abarrotado los salones del Hotel Ulises y se han apretujado para conseguir un ‘selfie’ con Santiago Abascal. Ceuta al Día ha charlado con sus simpatizantes para conocer sus preocupaciones y prioridades ante las próximas elecciones locales, aunque la mayoría no quiso dar ni siquiera su nombre de pila.

“Lo me preocupa es la marroquinización que hay en Ceuta, como español que soy y ha nacido aquí”, sentencia Julián, 79 años, nombre falso. “Antes vivíamos muy bien, hebreos, indios, marroquíes y cristianos… Pero los marroquíes se están quedando con la ciudad”. Lo dice con firmeza y concisión, pero prefiere no dar su nombre.  Este presunto Julián es uno de los cientos de ceutíes de todas las edades que este último lunes de campaña electoral han llenado el salón del Hotel Ulises para escuchar a su líder, Santiago Abascal, de visita en la ciudad en la que cosechó su mejor resultado en las pasadas elecciones generales.

En la hora previa al mitin de Abascal, Ceuta al Día ha charlado con simpatizantes de Vox para conocer sus principales preocupaciones y motivaciones en estas elecciones a la Asamblea de Ceuta. Un listado de problemas que encabeza la inmigración, en especial los menores extranjeros no acompañados, vinculado a ello señalan también la seguridad ciudadana, sin olvidar la “marroquinización” de Ceuta. No ven racismo en las propuestas de Vox y discrepan con quien dice que romperá la convivencia. Coincidencias a las que suman una más: la mayoría, en especial los ceutíes, prefiere no dar su nombre.

Santiago Abascal, VOX, en Ceuta (44 de 49)Sentado una fila más adelante del primer entrevistado, un joven enumera las dos principales motivaciones para votar a VOX, que son una sola: “La inmigración, sobre todo la ilegal, y las ventajas que tienen muchos inmigrantes sobre las personas españolas. Personas españolas que tienen 400 euros de paro y ellos ayudas de 500, 600 euros”. Pero él tampoco quiere dar ni tan siquiera su nombre de pila. “Ponga un nombre que se invente usted”, propone. Al final se decanta por Jesús, 18 años. Jesús aclara que no tiene nada contra la inmigración: “No veo a los inmigrantes como un problema, al fin y al cabo los inmigrantes son una ayuda económica al país, pero también está la delincuencia que producen los inmigrantes". ¿Entonces? "Prefiero que haya inmigrantes pero no ilegales”.

Afri y David, ambos de 18 años recién cumplidos, no tienen problema en decir su verdadero nombre. Lo que ha empujado a David a venir esta mañana a escuchar a Abascal son primero los MENA, "que tienen Ceuta fatal”, y lo segundo, los inmigrantes: “Lo que no puede ser es que nosotros los españoles nos muramos de asco y venga gente que no es del país y dárselo todo a él”. Su amiga Afri piensa igual: “Hay muchos parados en Ceuta que son españoles, que tienen la nacionalidad y lo tienen todo pero no tienen trabajo porque se lo dan a los demás”. “Pero no es culpa de los inmigrantes, es culpa del gobierno”, tercia David.

“No son ultraderecha”, discrepa Afri de la etiqueta extremista a VOX, “lo que no quieren es que haya peligro, que yo salgo con muchísimo miedo a la calle porque me pueden sacar una navaja y hay mucha gente que piensa así porque ha pasado tiroteos, a mi madre le robaron una vez y lo pasó muy mal y a mi casi me roban y te pueden hacer lo peor y yo quiero tranquilidad en Ceuta, como en Algeciras, aquí al lado, no hay robos, no hay crisis o como en otras ciudades de Andalucía que comparas”.

José Flores, 72 años, es brigada de la Legión retirado, natural de Huelva, especialista en todo tipo de artillería pesada y ligera, “morteros, cañones, lanzagranadas, por si me necesitáis”, bromea. O no. Este ex legionario ni tiene problema en decir su nombre y apellidos, ni tiene ninguna preocupación por Ceuta. A él le preocupa España, concretamente Cataluña. “Hace ya muchos años que ya no puede ser”, lamenta: “Los dos grandes partidos han fallado por haber empezado a ceder tres o cuatro cosas sagradas que no hay que ceder a las autonomía: seguridad, la educación y la sanidad. Eso no hay que cederlo porque si no es cuando implantan la doctrina a los chavales para incitarles el odio a España, que es lo que ha pasado en Cataluña y se lo dice uno , no por teórica sino que he estado trabajando allí antes de la vida militar y ya venían rascando aquí y rascando allá”.A José tampoco le preocupa lo más mínimo que le consideren de extrema derecha. Pedro Sánchez, recuerda, “está gobernando con la extrema izquierda y se definen comunistas y antisistema y tenemos que aguantarlos y quieren gobernar, eso sí que tiene guasa”, se indigna.

Francisco, 37 años, no es de Ceuta tampoco y no tiene problema alguno en dar su nombre. Es gallego, policía nacional de relevo en Ceuta y está aquí simplemente porque le gusta el partido y no le gusta nada “el odio hacia nuestro país”. Como a José, el legionario, no está cómodo tampoco con el sistema de autonomías: “No me gusta mucho cómo se está descentralizando todo, parece que cada comunidad es un país diferente, unas más que otras”.

Para este otro Francisco, 34 años, también ceutí y también nombre ficticio “por su trabajo”, el principal problema de Ceuta es “la inmigración ilegal de menores, sobre todo lo que es el tema  de la inseguridad que hay en el Puerto y el paro, que gente con estudios y todo están en trabajos precarios”. A Francisco le convence “la fuerza que tiene el discurso de Vox. "Vamos a darle una oportunidad”, asegura.Francisco cree que quien los tacha de racistas “lo malinterpreta”. “No es que lo defienda, es que hablan de inmigración ilegal, en ningún momento hablan del español con religión musulmana, que son iguales que nosotros, aquí hay buena convivencia y no creo que vengan a partir esa convivencia”

María y Sara, de 18 y 19 años respectivamente, tardan un poco en elegir su nombre ficticio. Ambas son un caso singular, admiten que no están de acuerdo “al cien por cien” con el discurso de Vox, “por ejemplo con lo del aborto”. Por eso, explica María, ella votó a Ciudadanos en las generales. Pero ahora son municipales y en Ceuta le preocupa otra cosa: la inseguridad ciudadana, “sobre todo los MENA”. “El Puerto está desde hace unos años que no se puede andar tranquila, no se puede ir al Poblado, ya no solo por ser mujer, que si MENA, que si gente ya no que sean inmigrantes, sino vandalismo y no puedo salir en mi propia ciudad”.

No están incómodas con la etiqueta de ultraderecha, “entonces diremos que Podemos son extrema izquierda”, pero insisten, no están de acuerdo totalmente con el programa de Vox. No tienen por qué, reflexionan. “Se puede estar de acuerdo con varios partidos a la vez”. Aunque solo se puede votar a uno.

Yo voto a Vox, pero no ponga mi nombre


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