El secretario general para la Paz y la Convivencia del Gobierno, Jonan Fernández, ha señalado hoy en el Parlamento que el programa de testimonios de víctimas en las aulas, renombrado esta legislatura Adi-Adian, ante la polémica que ha generado la presencia de víctimas de vulneraciones de derechos humanos entre 1960 y 1978, que “lo más importante es que todas las víctimas representan un mismo mensaje educativo; no hay dos, ni tres, no hay unas víctimas de un tipo y otras de otro; todas tienen un mensaje a favor de la convivencia y contra la violencia, cada víctima representa a todas las demás”.

Fernández ha querido así atenuar las críticas de partidos como el PP y UPyD, que rechazan la inclusión de víctimas policiales en el programa que hasta ahora ha contado con víctimas de ETA y los GAL. Fernández ha explicado que en estos momentos hay trece familiares de personas asesinadas formadas o en proceso de ser formadas para estar a disposición de los centros educativos que deseen recibir su testimonio directo. Entre ellas, hay “algún caso” de asesinados entre 1960 y 1078 “reconocidos institucionalmente”. “No se puede hablar de víctimas de vulneraciones policiales”, ha asegurado Fernández. Entre los reconocidos por el decreto aprobado en 2012 que da cobertura normativa al reconocimiento de este grupo de víctimas hay personas heridas o asesinadas por cuerpos policiales o grupos de extrema derecha. El grupo es dinámico y cambia porque para algunas víctimas “el esfuerzo psicológico es agotador”

El secretario general ha rechazado decir quiénes son esas víctimas para “evitar el morbo” y ha pedido enfocar esta cuestión bajo las lentes de un aula escolar y no “una rueda de prensa o una comparecencia parlamentaria”. Fernández ha señalado a los grupos que les responderán a todas las cuestiones que precisen si no son para difundirlas mediáticamente. Uriarte ha estirado los plazos de las valoraciones que prometió para final de este curso a septiembre o final de 2014.

La consejera de Educación, Cristina Uriarte,ha pedido "sacar del debate político" esta cuestión para que "la política no destruya lo que la educación ha construido". "Si queremos que los alumnos aprendan sobre convivencia, dejemos fuera los debates que no tienen relación con los derechos humanos", ha indicado.