Un vigilante del Hospital, detenido por apoderarse de recetas para venderlas a 10 euros la unidad


Un vigilante del Hospital, detenido por apoderarse de recetas para venderlas a 10 euros la unidad

- La Policía imputa al sujeto, de 45 años y sin antecedentes, los delitos de robo con fuerza de recetas médicas, contra la salud pública y falsificación

- J.J.B.M. pagaba por las recetas en Juan XXIII y encargaba a otra persona que adquiriese 'Trankimazin' y 'Rivotril'

La Policía Nacional ha elevado a cuatro el número de detenidos por su relación con la adquisición fraudulenta de sustancias estupefacientes en distintas farmacias de la ciudad después de que varios médicos presentasen denuncias una vez advertidos por la Inspección Farmacéutica. Tras poner, hace una semana, a disposición de la Autoridad Judicial a la persona que había adquirido los medicamentos, los investigadores han ampliado con éxito su trabajo para conocer la procedencia de esas recetas y la identidad de las personas responsables de su adquisición.

Las pesquisas condujeron a saber que las recetas se habían sacado de diversas consultas de traumatólogos y cirujanos del Hospital Universitario y se ha identificado a un individuo de 45 años, J.M.C.V., sin antecedentes y vigilante de seguridad en clínico, como la persona que se había apoderado de ellas.

"Al parecer", ha explicado la Jefatura este viernes en un comunicado, "durante el desempeño de su trabajo de vigilancia en el centro sanitario accedía a las distintas consultas de los facultativos médicos y cogía las recetas, cosa que ha llevado a cabo en los últimos dos años".

El citado vigilante ha sido detenido y ha manifestado que tras apoderarse de las recetas se las vendía a un indivíduo que suele estar en la barriada Juan XXIII al precio de diez euros la unidad y al que identificó ante los actuantes como J.J.B.M., el cual fue detenido y confesó que las recetas se las pasaba a un tal Miguel, detenido el pasado 10 de septiembre, que era el que adquiría los psicotrópicos ('Trankimazin' y 'Rivotril') en las farmacias.

Al vigilante se le imputan los delitos de robo con fuerza de recetas médicas, contra la salud pública y falsificación. A J.J.B.M., de 24 años y vecino de Ceuta, con antecedentes por un robo con violencia e intimidación, un delito de tráfico de drogas.

La Policía aún no ha podido concretar el número total de recetas sustraídas pero los investigadores estiman su número pueda alcanzar las 2.000, habiendo ocasionado "un perjuicio económico importante a la espera de los informes de la Dirección Territorial del INGESA".

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