Caballas ha celebrado este viernes por la tarde un acto para conmemorar el Día Internacional de la Mujer que se celebrará este próximo domingo de forma oficial contando para ello con la colaboración de dos compañeras de Coalición por Melilla, Dunia Almansouri y Sayida Hamed, que han entablado un coloquio con las aproximadamente mil mujeres que han acudido a la carpa de la Almadraba desbordando todas las previsiones que tenía la formación para el evento, sin que por ello se haya resentido la organización del acto.
Tanto Hamed como Almansouri han hecho un llamamiento a las asistentes a empoderarse. Hamed ha hecho un paralelismo entre la imagen que la actualidad y algunas producciones de ficción están transmitiendo de las dos ciudades y la proyección de la figura de la mujer musulmana. En ambos casos se cae, para Hamed en la estigmatización.
Les ha preguntado a las asistentes si se sentían identificadas con el papel de la mujer musulmana que transmite por ejemplo la ficción televisiva estrella de la temporada pasada ‘El Príncipe’. La respuesta ha sido unánime: “no”.
Para Hamed la serie dibuja una caricatura que describe así: “la mujer musulmana oprimida que para poder sentirse libre tiene que quitarse el pañuelo y enamorarse de un cristiano y liberarse y escaparse de su familia. Eso es estigmatizar y seguir dando pábulo a la leyenda del mundo musulmán”.
“Siempre que se habla del islam la mujer musulmana está oprimida. Lleve o no lleve velo, esté o no divorciada”, ha apuntado Hamed. La melillense ha comparado la defensa del papel de la mujer y su libertad y el feminismo de fFmen con el que pueda hacer ella: “la misma libertad para reivindicar el feminismo es que salga una activista de Femen sin sujetador que lo haga yo con el velo, tanto ella como yo hacemos lo que nos da la gana con nuestro cuerpo, ella destaparlo y yo taparlo”, ha explicado.
Y parte de la culpa, como de la proliferación del yihadismo, la tiene la falta de cultura. Así Hamed ha recordado que en la tradición histórica del islam, las mujeres del profeta estaban involucradas en el tejido social: eran políticas y comerciantes de importancia. Y eso es lo que han reclamado tanto Hamed como Almansouri a las asistentes, que se involucren en el tejido social que actúen y que se empoderen y que luchen por su figura y por reivindicar su papel e la sociedad, más allá de los bordados o la cocina.
“Hay que mirar atrás para descubrir que había mujeres que eran muchísimo más libres de lo que lo somos nosotras ahora en una sociedad occidental en pleno siglo XXI”, ha reflexionado Hamed.
Y la culpa de que esto sea así es la mezcla inapropiada de cultura y religión que pone en bandeja aprovecharse de la falta de cultura de gran parte de la población para manipularles y lograr que hagan lo que sea usando la religión como herramienta. ¿Quién manipula? “Tiene mil caras, puede ser un radical que no tiene nada que ver con el perfil del buen musulmán o un político que no es musulmán y le interesa seguir estigmatizando a la mujer musulmana para lograr sus intereses”, ha explicado Hamed.
Almansouri ha recordado que para lograr el empoderamiento de la mujer tiene que partir todo de una actitud individual, pero también de apoyo institucional para facilitarlo. Ambas han llamado a las mujeres a participar en la vida pública al máximo.