Dos jóvenes mueren en una cueva esperando llegar a Ceuta tras otra batida de las Fuerzas marroquíes

Dos jóvenes mueren en una cueva esperando llegar a Ceuta tras otra batida de las Fuerzas marroquíes
Acceso a la cueva-dormitorio donde han muerto dos jóvenes. Foto: Irene Gutiérrez.

- Los cadáveres de 'LeBir' y 'Vapeur', de 23 y 24 años, seguían este martes en el interior de la oquedad en la que solían dormir y en la que se refugiaron ante la llegada de las Fuerzas de Seguridad del país vecino, que prendieron fuego a su entrada

- Ceutaldia.com ha estado este martes con los supervivientes

- Incluye vídeo de la cueva en la que perecieron los dos jóvenes


 

El 'petite forêt', el pequeño bosque, como los migrantes subsaharianos llaman al escuálido valle que termina en la parte alta de Castillejos, cerca de la carretera que lleva a Tánger, había vuelto este martes después de mediodía a una calma relativa tras veinticuatro horas en combustión. Los supervivientes de la última batida de las Fuerzas de Seguridad del país vecino en la zona, menos de una decena de personas, esperan el regreso de quienes han ido a dar malas noticias por Internet y de quienes, ayer por la tarde, acudieron a Comisaría a pedir que se recogiesen los cadáveres de 'LeBir' y Vapeur', los apodos por los que conocían a los compañeros perdidos de siempre.

Mientras espera al resto de los que bajaron hasta el centro de Fnideq, de los que solamente han vuelto dos, los indocumentados muestran a Ceutaldia los rescoldos de la última redada policial. A media colina, una cueva con el entorno quemado. Un poco más allá, semioculta, completamente tiznada de hollín también, otra oquedad.

A falta de linterna, los migrantes recurren a un mechero y dos velas casi consumidas para intentar iluminar el interior del intestino de su refugio cotidiano de noche, una cavidad de un metro y poco de diámetro por la que solo se puede caminar a gatas o, difícilmente, en cuclillas. A unos veinte metros, donde ya casi no puede verse la luz del sol si se vuelve la cabeza, en medio de un calor sofocante con el sol ya en lo alto, sigue todavía el cuerpo sin vida de uno de sus compañeros muertos.

Todavía más adentro se encuentra el del otro, que fue militar en Camerún y que llevaba "entre uno y dos años" en los alrededores de Castillejos. Según su relato, ambos se refugiaron en la que acabaría siendo su tumba cuando, este lunes, hace ya más de 24 horas, aparecieron los agentes no por el valle desde donde ellos suben y bajan de la vecina localidad sino por una senda que desemboca directamente sobre las cuevas. El resto se dio a la fuga. Pasadas las horas, se reagruparon y se toparon con la muerte.

Exaltados pero dominados, los supervivientes aseguran que los intervinientes "vieron" a los dos jóvenes meterse dentro de la cueva, a cuyo exterior se prendió fuego, una costumbre desde hace años de las Fuerzas de Seguridad del Reino alauita para intentar expulsar a los migrantes por desesperación. "Estado terrorista", lamenta el que mejor habla español de los testigos de la tragedia. A su lado, otros se esfuerzan por intentar convencer a la visita de que su vida en Marruecos no merece tal nombre.

Antes el grupo ya había recibido a otros extraños, en este caso a miembros de las Fuerzas Auxiliares (paramilitares), que acudieron a revisar la zona pero se negaron a hacerse cargo de los cadáveres, algo que según explicaron a los migrantes tiene que hacer la Policía.

Solo cuatro migrantes durante la última semana

Las autoridades marroquíes intensificaron a finales de octubre su persecución de los grupos de migrantes irregulares asentados en los bosques ubicados más cerca de Ceuta, donde durante los diez últimos días se han multiplicado las redadas, según ha alertado el Observatorio del Norte de los Derechos Humanos.

A lo largo de este mismo periodo la llegada de indocumentados a la ciudad autónoma, que a principios de noviembre superó la decena al día, se ha reducido prácticamente a cero. La activista Helena Maleno ha denunciado este martes a través de su cuenta en Twitter que “supongo que había que cortar la entrada de migrantes en Ceuta cueste lo que cueste, aunque sean vidas”.

Fuentes de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes también han tildado de “muy fuertes” las campañas de persecución de los indocumentados implementadas por las Fuerzas de Seguridad del país vecino.

El Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de Inmigración de Cruz Roja atendió durante la última semana a sólo cuatro personas cuando el número llegó a 114 en los quince días anteriores. Desde el 1 de enero hasta el pasado 31 de octubre habían llegado a la ciudad autónoma norteafricana un total de 1.640 migrantes indocumentados (1.161 de origen subsahariano, 392 argelinos y 97 de otros países, más de durante todo 2014 (1.653) o en 2013 (1.083).

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