Más de cien trabajadores de TRACE se han movilizado este martes por primera vez ante el Palacio autonómico, como piensan hacer indefinidamente cada día de lunes a viernes de 10.00 a 11.00 horas, coreando la consigna '¡No a los cuarteles!' y entre gritos contra Vivas y Carreira para rechazar la obligación bajo "amenazas" que se le ha impuesto desde la Ciudad a la empresa y esta a sus empleados de entrar en los acuartelamientos militar a recoger la basura.

El presidente del Comité de Empresa, Francisco Mur, ha explicado a los periodistas que el motivo de la protesta no es que la orden genere una mayor carga de trabajo sino que contraviene, a su juicio, la Ordenanza vigente y los pliegos de adjudicación del servicio, que "no incluyen la recogida de residuos en recintos privados".

Además, los representantes de los trabajadores exigen la subrogación de los dos empleados que, primero con Urbaser y después con Limpiasol, hasta el pasado 31 de diciembre, hacían esa labor a través de un contrato específico del Ministerio de Fomento por 140.000 euros al año, sean contratados. Según Mur, este paso podría dar por prácticamente finiquitado ese conflicto.

Sobre el asunto de fondo el sindicalista ha señalado que TRACE parece, por su comportamiento, haber asumido que es su obligación recoger los residuos de los cuarteles e incluso hacerlo en su interior, algo de lo que la plantilla discrepa aunque lo hace para evitar sanciones económicas a los empleados, que únicamente se niegan a acreditarse para realizar su trabajo.

Mur también ha advertido que soliviantar a los trabajadores en plena negociación de su nuevo Convenio Colectivo no crea el mejor contexto para el desarrollo de esas conversaciones.

El consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira, defendió la semana pasada en el Pleno que los técnicos han certificado que la recogida de los residuos de los cuarteles “es competencia de la Administración local” y que tal trabajo “no está ni contemplado ni no contemplado expresamente en los Pliegos del contrato con Trace”. “Los técnicos” han sido también los que han atendido la petición de los militares de no sacar los contenedores a la vía pública, entre otras cosas por razones de seguridad, y de que los residuos sean recogidos dentro de los acuartelamientos.

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