¿Es la cola del Tarajal “la crónica de una muerte anunciada”? La del comercio de Ceuta

¿Es la cola del Tarajal “la crónica de una muerte anunciada”? La del comercio de Ceuta

- Cámara y Confederación reprochan a la administración que no haya hecho nada en 20 años por mejorar la frontera

- Un estudio de la Cámara de Comercio sitúo el pasado año entre el 40 y el 90 por ciento el peso del cliente marroquí en las ventas del comercio local

- Los comerciantes creen que faltan guardias civiles y policías nacionales para atender la frontera y consideran que sería adecuado abrir Benzú sólo para porteadores

- Muchos patronos abogan por movilizarse para tratar de sacar a la administración de su inmovilismo y pasividad y tratar de salvar al menos la Pascua del Sacrificio y no acentuar las pérdidas de ventas de entre el 20 y el 40 por ciento que acusan este verano


Un empleado de banca a punto de la jubilación, de esos antiguos, que prosperaron desde el puesto de botones aún recuerda cuándo en los tiempos dorados del comercio en Ceuta, con frecuencia, había que llamar a Algeciras para que enviaran gente que ayudara a contar los billetes y a cuadrar la caja, porque, sencillamente, con los de aquí no se daba abasto. Aquellos tiempos desaparecieron para siempre del imaginario ceutí. Cuando media España iba a Portugal a comprar toallas, Portugal venía a Ceuta a comprar de todo. Desaparecieron los “paraguayos”. Los portugueses son sólo un recuerdo melancólico. Las batallitas de los abuelos del comercio local. Todo fue cambiando en aras de decisiones políticas. La entrada de España en la Unión Europea, el fin de la zona franca, Gibraltar. El comercio local se ha ido reinventando en cada bofetada administrativa, en cada temporal burocrático, en cada golpe de ola, siempre atento al flotador más a mano. Superviviente naufragio tras naufragio tras naufragio. Y siempre con fuerza. Desde los fenicios hasta hoy, honda tradición a lo largo de los siglos. Tras años de zozobra, de ver caer ventas y de asumir que ya nada volverá a ser como antes, apareció de nuevo la salvación. La pujanza económica de Marruecos generó de pronto una clase media y media alta, a la que le encanta consumir y que al mirar dónde gastar encontró en Ceuta su paraíso particular. De nuevo hoy ese pequeño resurgir del comercio local está amenazado por fenómenos ajenos al mostrador y que se regatean en despachos políticos. Como siempre. Lo del Tarajal “es la crónica de una muerte anunciada”, sintetiza el presidente de la patronal (Confederación de Empresarios de Ceuta), Bhagwan Dhanwani. Y es en buena parte por ceguera: “No nos da la gana de darnos cuenta, pero estamos matando a la gallina de los huevos de oro”, añade el presidente de la Cámara de Comercio, Karim Buláix.

Dhanwani lo anticipó en mayo. Lo dijo en público. Ahí está la hemeroteca. Pero nadie lo debió de leer o de creérselo. La Cámara de Comercio, con fondos públicos y estatales lo plasmó en un exhaustivo estudio el pasado año. Vino a Ceuta a presentarlo nada menos que la directora general de Comercio Interior del Ministerio de Economía y Competitividad, Carmen Cárdeno. Uno de cada tres comercios de Ceuta hace al menos el 40 por ciento de sus ventas a clientes marroquíes, algunos llegan al 88 por ciento, recogió el estudio. La única ‘Biblia’ disponible del asunto hasta la fecha.

Buláix cita el estudio y estima que “el 70 o el 80 por ciento del comercio de Ceuta depende del comprador marroquí y de ahí el grado de preocupación que hay cuando hay problemas en la frontera para acceder a Ceuta. Pero esto no es nuevo, ese, cliente ha ido creciendo exponencialmente en los últimos 15 años”.

Los comerciantes revueltos estos días y amagando movilizaciones temen que en realidad las largas colas para entrar y salir de Ceuta no sean sino otra cosa que eso, que un síntoma de una muerte agónica y quién sabe si, a la vista de los números de la Cámara, definitiva del comercio local. Temen que, hartos del embudo, los compradores marroquíes no vuelvan más. “Yo no sé cómo siguen viniendo. Yo no lo haría”, resume Sebastián Antón (Eroski City) desde el Tarajal.

Y si dejan de venir, temen otros que a Zara, Lidl, Decathlon, etc. a lo mejor dejan de salirles las cuentas y se van o sencillamente abren al otro lado. “En Tánger hay un centro comercial ya enorme y ahora van a abrir otro”, avisa un veterano, Ignacio Tendero (Club, Calzedonia, Tous). En Tendero el drama no es lo que dice es cómo lo dice. La angustia, la desesperación y el cabreo visten cada una de sus palabras. “Yo cada vez los veo más por Málaga”, apostilla.

“La ansiedad no la vive Zara o Decathlon, la ansiedad y el sufrimiento lo tienen cada día el pequeño comerciante de aquí que al levantar la persiana empieza a notar que no vienen los clientes y empieza a preguntarse dónde están y por qué no vienen y la respuesta la encuentra en la cola de la frontera”, resume Buláix.

“Cada tiempo dorado del comercio desapareció por decisiones administrativas ante las que no se reaccionó de forma adecuada. Ahora está pasando lo mismo. No podemos asumir tranquilamente que Marruecos haya reformado su frontera en los últimos años dos veces y nosotros ni una. Que un día sí y otro también haya algún carril de los pocos que tenemos cerrado y no operativo por falta de guardias o policías. Que nadie regule el tráfico hasta que se forma el colapso. Y que el proyecto que se quiere acometer ahora que ya es tarde, se anuncie, asumiendo, como hizo el delegado en verano, que no va a resolver el problema. Hace falta ser más ambiciosos. Plantear una megafrontera y pelear por ella y por un cambio de actitud en Marruecos en instancias superiores”, opina el presidente de la Cámara de Comercio, Karim Buláix.

Menos ventas

La estadística dice que ha sido el peor verano en la visita de turistas a Ceuta desde el año 2006. Las agencias de viajes dicen que han caído sus ventas un 40 por ciento, porque ante el colapso cada vez menos viajeros de la OPE eligen la ciudad para cruzar el Estrecho. La mayor parte de los comerciantes estiman que este julio y agosto venderán entre un 20 y un 30 por ciento menos que el pasado verano.

El sector comercial se aferra a la pascua del sacrificio como tablón de salvación de una temporada regular. Para eso hace falta que la frontera se vuelva ágil.

“El comercio en Ceuta está sobredimensionado por Marruecos. ¿Zara o el Carrefour que viene ahora están por la gente de Marruecos? El que se lo crea es que es tonto”. En Ceuta, de Marruecos vive todo el mundo”, habla sin complejos Tendero. “Si alguien aspira a que si no hacemos nada sigamos vendiéndoles que vengan a comprar el vinito y a comer el jamón, se equivoca, en Marruecos cada vez hay más y mejor. Entonces ¿qué esperamos, que vengan a comprar los de Cádiz y Tarifa?”, avisa Buláix.

“Es vergonzoso lo de las colas. A mí me vienen clientes que me dicen que han estado en la cola 4 ó 6 horas, con un descontento brutal. Un tío que se pasa 5 horas en la frontera se le quitan las ganas de venir por una temporada. Es una pena porque tenemos miles de turistas en Tetuán y Tánger, ahora viene el sacrificio que es como su Navidad, esperemos que mejore algo”, relata Tendero.

Jorge Campos (Super Roma) cuenta lo mismo, clientes y amigos del otro lado que se le quejan de que tardan 5 horas en cruzar o incluso de que tratan de venir cuando salen de su trabajo y a partir de las 18.30 se encuentran con reticencias de los funcionarios policiales para que les dejen pasar a Ceuta.

Culpa y solución en manos de la administración política

Los tenderos de Ceuta han creado un chat para purgar sus penas, lanzar ideas, quejas y plantear una queja colectiva a la administración para tratar de lograr que reaccione de una vez. Subyace la idea de que la pasividad, la falta de vista para ver que cada día desde Marruecos llegaban más y más compradores de alto poder adquisitivo y de oído para escuchar a quien lo pregonaba a los 4 vientos, primero desde la oposición (UDCE lleva insistiendo en la idea desde que existe), luego desde los medios (el que escribe firmó un reportaje en RTVCE en el verano de 2009 encuestando a turistas marroquíes que reconocían gastar entre 1.000 y 2.000 euros en una sola mañana y los corroboraban el personal de caja de los comercios) y por último los propios comerciantes en bloque. En su caso por hartazgo.

“Pero no hace falta ser visionario ni nada parecido, llevamos 15 años viendo crecer ese cliente sin hacer nada. Nosotros hicimos un estudio el año pasado se lo presentamos al secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, (vino un mes después que Cérdeno a Ceuta) y nos dijo que no sabía nada del asunto –a pesar de tanta visita de Rajoy y ZP- y que trabajaría por dar soluciones. Se ha dicho por activa y por pasiva. Nosotros desde la Cámara incluso tuvimos la sensación de que el estudio se trató como de hacerlo pasar desapercibido”, lamenta Buláix.

No se descarta que se plantee alguna movilización en septiembre, aunque hay poca fe: “Nos falta experiencia”, ironiza Jorge Campos. “Las guerras si se empiezan son para ganarlas y ya detectamos que cuando la hostelería se movilizó muchos se quedaron en sus negocios abiertos, así que si no hay unidad…” avisa el presidente del Centro Comercial Abierto, Ernesto Valero.

Y ¿movilizarse para qué? Para que Delegación y Ciudad muevan ficha. La patronal considera que tiene la culpa por no haber hecho absolutamente nada en los últimos 15 años respecto a la frontera, mientras Marruecos sí ha mejorado su frontera. Y casi todos coinciden en señalar que “esto no lo va a arreglar ni Delegación ni la Ciudad”, palabras de Dhanwani. Quieren “saltar a instancias superiores”, Valero.

“Se lleva diciendo 20 años que se le va a meter mano a la frontera y nunca se hace nada. Marruecos dice un día que lo arregla y al día siguiente ya tiene una pala excavadora trabajando. Y ahora anuncian otra obra y reconocen que no va a solucionar el problema, que tampoco parece muy razonable”, lamenta Buláix.

El sector empresarial y comerciante quiere ir de la mano de Delegación a tratar de que en Madrid se conciencien de que tienen que poner más carne en el asador para forzar a que las cosas sean de otra manera.

Tendero reprocha a la administración que ante unas “colas brutales, no se hace nada. O no saben, o no pueden o no quieren”, resume frustrado. “La solución la tiene que dar la administración. Esto no lo arregla ni Delegación ni Ciudad, pero yo creo que Ceuta se merece una frontera en condiciones y no al albur de decisiones externas. Ceuta vive de esto. Somos frontera sur de la Unión Europea. Lo que pasa allí afecta a los de aquí, pero también a los de allí porque hay gente que también va a diario a comprar allí”, le da la razón Dhanwani.

“Alguien tendrá que tomar decisiones. Oí hace poco que un gobernante decía que el que tuviera ideas que las dijera. Están ahí para saber qué hacer, si no lo saben es mejor que dejen a otros”, apunta un Campos también bastante harto, que recuerda que su empresa antes tenía 4 tiendas y ahora sólo 1. “Hemos tomado posiciones defensivas”, ilustrando que la cosa no tira como podría.

Y así las cosas, los tenderos han asistido ojipláticos a cómo cuando se decidió que se cerraría el tráfico de porteadores hasta la pascua del sacrificio una manifestación de estos al otro lado de la frontera logró revertir la decisión.

Medidas propuestas, silencio administrativo

La Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios reclaman soluciones, que al menos se intente algo por parte de la administración y no un silencio total como hay ahora. El pasado 2 de agosto la Confederación remitió tanto a Ciudad como a Delegación una carta con un listado de medidas a implementar para paliar de algún modo las aglomeraciones.

Valero lamenta la falta de respuesta de Delegación y Ciudad ante lo que le solicitaron el 2 de agosto. Medidas sencillas en general. A la Ciudad que regule el tráfico en el camino a la frontera; que pinte las líneas de la carretera para garantizar la seguridad del tráfico; que arregle los separadores rotos; que abra una carretera alternativa hacia el hospital y los barrios adyacentes; que adecente el camino, que ponga agentes para atender a los turistas sobre las colas y que repartan agua y que instale wc portátiles y los señalice.

“Lo mínimo sería instalar baños públicos como hay en todo el resto del mundo, que son muchos turistas en la calle y no tienen ni dónde hacer sus necesidades porque los bares cierran los suyos porque se les atascan”, reclama Tendero, que cita ejemplos en Francia, en la Costa del Sol e incluso en Marruecos de este tipo de mingitorios.

A la Delegación la patronal le pidió: más personal en la frontera, “suficiente”; que abra “completamente las verjas de entrada desde Marruecos”; que suprima la sombrilla de la entrada para ganar un carril que cercena la enorme base de hormigón que la soporta ahora o que la sustituya por otra más sencilla; que se abran todos los carriles disponibles; que se separe a los vehículos de mercancías en un carril aparte; habilitar un carril reversible para añadirlo al sentido que se colapse; un carril para ciudadanos comunitarios; mayor diligencia del personal para responder de forma ágil a las necesidades de cada instante (de nada serviría lo anterior si no se usa adecuadamente); Y si nada de esto funciona y hay cola que al menos policías y guardias marquen un itinerario alternativo para acceder al hospital y los barrios adyacentes; y mayor información sobre la situación de la frontera.

Abrir Benzú y diferenciar tráficos

Pero más allá de la mano de capa y pintura a lo que hay, la mayoría de comerciantes ven con buenos ojos la propuesta defendida por Caballas de reabrir sólo para el tráfico de porteadores el paso de Benzú. “Melilla tiene 4 fronteras”, recuerda el presidente del Centro Comercial Abierto, Ernesto Valero. “Se podría dejar Benzú para los porteadores y el Tarajal sólo para los turistas. Porque lo que está claro es que el colapso lo provocan los porteadores. Yo el domingo fui a Marruecos y tardé 10 minutos para entrar y 10 para salir”, ejemplifica Valero.

Campos aplaudió recientemente en una carta pública que un día que pasó por la frontera se habían diferenciado cada uno de los carriles para un tipo de persona: los comunitarios, los no comunitarios, etc. Pero ahora critica que a los pocos días descubrió que la decisión, que ejecutaban de forma diligente policías nacionales que redistribuían a los vehículos antes de elegir cola, era arbitraria. No hay protocolo decide cada jefe de servicio en cada momento, según su relato.

Sebastián Antón desde el Tarajal avisa, que algún que otro amigo le ha reconocido que en ocasiones puntuales la frontera la custodian 2 policías nacionales y un guardia civil. “Falta personal”, es un grito unánime de la patronal ceutí, que ve intolerable que no operen de forma permanente todos los carriles disponibles. “Subyace una crisis muy grande que hacen que falten medios”, apunta Dhanwani.

“Está claro que lo primero es la seguridad porque sin seguridad tampoco habría turismo, pero ya está todo inventado no somos los primeros en conjugar seguridad con turismo, se puede conseguir con más medios y más personal en la frontera y con protocolos claros que tanto Guardia Civil y Policía Nacional sepan aplicar para no depender del jefe de turno”, opina Buláix.

“Benzú aliviaría mucho. Ha estado toda la vida abierto”, recuerda Sebastián Antón, que cree que el Tarajal II no mejorará demasiado las cosas, y que el Biutz no está preparado para asumir lo que pasa por ahí de forma segura. Otros en cambio como Tendero llegan a preguntarse si no será mejor además de abrir el Tarajal II, dejar también el Biutz abierto.

Campos, al igual que la patronal en su carta, entiende que lo lógico, en cualquier caso es que ese tipo de comercio y de tránsito tenga su lugar para no perturbar a el resto de personas que pasan por la frontera: sea en un carril exclusivo en el paso fronterizo o en una frontera a parte.

Y mientras en los polígonos

Y mientras todo esto se discute, los polígonos del Tarajal siguen, como pueden con su vida. “Nosotros estamos en el Tarajal II y no podemos llegar a la nave antes de las 12.30. abrimos a las 9, pero a mí hace poco tiempo no me dejaban ni pasar a mi nave, resume con la anécdota el caos reinante, Sebastián Antón.

Antón cree que falta voluntad y apunta a que tras la protesta de los porteadores se les dejó pasar y en cambio no hubo demasiado follón ni colas el día justo posterior a la protesta. A su manera Antón denuncia que la mafia, la china y la local son las que siguen haciéndose con el control de los polígonos y del paso.

“Allí sólo vuelven a trabajar los bultos. El otro día decía Carreira en Pleno que nos ponían seguridad privada y daba a entender que en realidad lo debíamos asumir nosotros. Pero es que si el polígono es privado de verdad y yo tengo que pagar la seguridad, yo la pago, pero entonces no dejo pasar a los que vienen con mercancías del Lidl, Día o el Eroski del Centro Comercial, que por allí saca mercancía toda Ceuta y a nosotros nos han plantado en nuestra casa una frontera internacional y ahora nos piden encima que la vigilemos. Yo la vigilo si me dejan decidir quién pasa y quién no”, explica Antón.

Y eso que la salida de mercancías por el Biutz ha mejorado, aunque la mejora da que pensar. “Se ha medio arreglado porque ahora dan un ticket al porteador. Lo da la Policía Nacional el día antes y si no tienes ticket no pasas”, explica Antón. Aunque nadie conozca el criterio para entregar los tickets, es decir, unos y otros pueden trabajar o no en función de criterios arbitrarios. Y Antón apunta a que en realidad vuelven a mandar los ‘camalos’ que están al servicio del poder chino que mueve mercancías desde Madrid al Biutz.

Para Antón la solución pasa por ampliar horarios una vez se abra el Tarajal II que se deje de 8 a 17 horas y cerrar definitivamente el Biutz. Abrir Benzú, “aliviaría”, insiste. “Los bultos pequeños” es una buena idea, también para Antón.

Algunos representantes empresariales reconocen que determinados cargos políticos empiezan a barruntar como solución poner fin al comercio de porteadores: “Dicen que dan en impuestos lo comido por lo servido, que lo que consumen en servicios de limpieza y demás es más o menos lo mismo que pagan en impuestos”, apunta un empresario.

Se omite en la ecuación la falta de controles eficientes para que las declaraciones de impuestos vayan acordes a la realidad, pero Sebastián Antón deja una pregunta en el aire sobre este asunto: “¿Si tú al alcalde de Cádiz le dices que todos los días van a ir a su pueblo 25.000 personas a gastar y comprar todo lo que puedan llevarse, crees que los pondría a esperar en la playa bajo un sol de justicia y los trataría a palos?”.

¿Por dónde va la cola? en Facebook

Mientras el debate sigue, bajan las ventas y aumenta el cabreo del comercio, la ciudadanía ante la falta de información ágil de la administración, se ha organizado. La patronal pidió en agosto más información del tráfico y de los atascos a la administración. La respuesta la ha dado la ciudadanía en Facebook con un grupo llamado ‘Por dónde va la cola’ , que suma ya más de 6.000 perfiles de la red social.

La ciudadanía ha creado un grupo de Facebook. Es una comedia si no fuera por lo trágicos que resultan los síntomas que anuncian muerte, en este caso, cierres, despidos, ilusiones rotas… miseria. ‘Por donde va la cola’, reúne ya a 6.617 perfiles de la red social que intercambian en tiempo real y de forma constante información del atasco de cada día en el Tarajal. Casi cada minuto alguien pregunta “¿por dónde va la cola?” y añade en qué dirección. Y casi cada minuto se sucede las respuestas: “horrible”; “La primera y la última! 4 horas y media me he tirado en la frontera para entrar a Ceuta… Sin palabras”; “Una hora y media”; “Llega casi hasta el hotel Ibis”; “Hoy la cola está muy mala”; “Hay muchísima. Llega a tu casa, asómate”; “Ruina”.

Son todo respuestas de este mismo jueves. Igual a las del miércoles, el martes, el lunes o cualquier día. Pura rutina. Se salpican con emoticonos de desesperación o sorpresa, según el caso, y con fotos o vídeos que ilustran el atasco. Ahí se hace día a día la mejor crónica de la muerte del comercio de Ceuta, la gallina de los huevos de oro está atascada en la cola.

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