Decisión que obviamente no ha gustado nada a la oposición, que ha utilizado diversos argumentos para criticar el acuerdo. El portavoz de UDCE-IU, Mohamed Alí, ha hecho por ejemplo referencia a que el expediente no incluye la valoración de la empresa constructora. Requisito que según el Gobierno no es necesario ya que no se trata de un contrato de obra, al que hace referencia dicha norma, sino un proyecto técnico urbanístico. Alí ha criticado además que el Ejecutivo asegura que el modificado no supondrá coste adicional, pero que sin embargo no se incluye un informe económico que lo avale.
Una vez más el Gobierno se ha escudado en la labor de los técnicos de la Ciudad para defender sus opiniones, y los ha utilizado para defenderse de las críticas de la oposición, indicando que ponían en juicio la capacidad y profesionalidad de estos funcionarios. Dóncel también ha defendido la proporción del 8,7 por ciento para uso comercial y ha asegurado que no la oposición no es quién para decirle a él en qué espacio se tiene que cifrar esa pequeña superficie comercial, y que el que crea que no es la adecuada puede acudir de nuevo a los juzgados como ya se hizo en el pasado con la Manzana.
El consejero ha realizado un nuevo alegato final en defensa de la actuación del Gobierno Vivas en el proyecto, asegurando que se encontaron un problema de difíil solución y que gracias a su esfuerzo y trabajo Ceuta tendrá en breve una obra arquitectónico que será el orgullo de los ceutíes, aunque eso no guste a la oposición y otros partidos políticos de la ciudad.