Vivas defiende como coherente y prudente su actuación en el no traslado del mercado


Vivas defiende como coherente y prudente su actuación en el no traslado del mercado

“No nos hemos apartado nunca de los aspectos que considerábamos fundamentales a la hora de tomar decisiones. La puesta en evidencia de un característico sentido de prudencia y coherencia en la acción de Gobierno”. Así resumió Vivas en la mañana del lunes la actuación del Ejecutivo en el frustrado traslado del mercado a la Manzana del Revellín. Vivas explicaba esto a la hora de hacer balance de su gestión al frente del Gobierno durante este primer año en el que la Manzana del Revellín y el posible traslado del mercado al complejo de Siza han centrado buena parte de los esfuerzos del Gobierno.

A pesar de que la parcela no está en manos privadas, Vivas se ha permitido afirmar que “estamos ante un proyecto en el que la propiedad de la Ciudad es mayoritaria, en el que el aprovechamiento mayoritario, rotundamente mayoritario, es decir el 90 por ciento del aprovechamiento urbanístico será dotacional y tendrá una marcada significación de índole cultural y en el que las cuentas públicas son absolutamente transparentes y sometidas a todo tipo de controles”. La oposición aún sigue esperando las certificaciones de obra a pesar de haberlas pedido al Gobierno en reiteradas ocasiones.

Lo que sí parece una realidad consumada después de lo aprobado por el Pleno el pasado viernes es el carácter cultural del complejo, tal y como marca el Plan General de Ordenación Urbana, máxima ley urbanística local. Será marcadamente cultural a pesar de que el Gobierno ha gastado miles de euros en recurrir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que le obligó en su día a reducir al mínimo la superficie comercial, que en un principio era del 49 por ciento; y también a pesar del empeño del Gobierno por instalar el mercado en uno de los sótanos del mercado. Finalmente no habrá mercado en la Manzana merced a que la entidad financiera que debía haber facilitado el dinero para comprar el semisótano (en un proyecto “en el que la propiedad de la Ciudad es mayoritaria”, tal y como ha dicho Vivas hoy) tasó muy por debajo de lo esperado y tasado por los técnicos de la Ciudad.

“Nosotros estábamos dispuestos a llevar el mercado allí. Consideramos que era una oportunidad que se nos brindaba siempre que la operación fuera presupuestariamente soportable y financieramente viable en función de las tasaciones que aparecieron en el expediente”, ha explicado Vivas.

El presidente ha reconocido hoy que parte de la marcha atrás en el traslado se debe a la tasación del banco que cifró en 9,3 millones de euros el semisótano y no en 16,2 como había marcado la Ciudad en su primera tasación.

Vivas ha dejado claro que tras conocer la tasación realizada por el banco es cuándo se decide abandonar el proyecto. A pesar de que después de afirmar esto espetó “entre la tasación de los 16,2 y los 9,3 el Gobierno de la Ciudad elige la de los 9,3 y tanto una como otra están pedidas por el Gobierno de la Ciudad”. La primera dio como resultado el valor estimado del local por la Ciudad y por el que la empresa estaba dispuesta a vender, la segunda la realizó el banco que tenía que prestar el dinero para recuperarlo después.

El máximo responsable del Ejecutivo ha tratado también de explicar la diferencia entre las dos tasaciones. Para Vivas una y otra se realizaron en contextos distintos y la primera incluía un arrendamiento con opción a compra.

El presidente ha defendido su gestión y como ejemplo ha recordado que la Ciudad acató la recomendación realizada por el Consejo Económico y Social en la que se pedía que se comprar el semisótano en lugar de arrendarlo.

“No nos importa demasiado el desgaste que pueda tener el Gobierno, lo que si nos importa es hacer las cosas bien. Y me parece que en este caso se han hecho las cosas bien”, sentenció Vivas.

Vivas defiende como coherente y prudente su actuación en el no traslado del mercado


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