Unión Progreso y Democracia en la misma línea que la ya expresada la semana pasada a raíz de la polémica surgida por las palabras de Benaisa ha despachado el asunto del vídeo en el que el imán Tarik Hammudi pide “castigo” divino para las “opresores” responsables de “encarcelar injustamente a nuestros hermanos” con la misma contundencia.

El partido que lidera en Ceuta Julián Domínguez ha expresado en un comunicado su posición. Entiende la formación que “deberían tomarse las medidas policiales y judiciales que correspondan, ya que dichas declaraciones y vídeos podrían incurrir en un presunto delito de apología del terrorismo y de una presunta obstaculización a la labor de la justicia”.

Así manifiesta su “más absoluta repulsa por dichas manifestaciones”, y de la repulsa pasa a pedir “que se proponga por la autoridad judicial o por la Fiscalía de Ceuta la expulsión de territorio nacional si fuera extranjero”, una nacionalidad que reconocen desconocer.

Y no sólo eso, para UPyD es momento de revisar las políticas de subvenciones a entidades religiosas: “Desconociendo si existe financiación pública de dicha mezquita instamos a la Ciudad Autónoma de Ceuta y a la Delegación del Gobierno para que cualquier ayuda pública se suspenda en tanto en cuanto dicho imán sea titular de la misma, o predique en ella, sea directamente o a través de cualquiera de las asociaciones o federaciones de organizaciones islámicas (UCIDCE, FEERI, etc...)”.

Cree la formación magenta que “la Delegación del Gobierno en Ceuta debería tomar las medidas más contundentes de forma urgente para erradicar el proselitismo extremista de origen integrista musulmán en este caso y realizado por este señor”.

Su comunicado lo remata UPyD con el deslizamiento de una sospecha: “Entendemos que algunos miembros de partidos políticos y representantes de Ceuta han acudido a dicha mezquita ocasionalmente”, sin aclarar nada más.

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