¿No dice el portavoz del Gobierno y consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, que volvería a cometer el mismo delito si se presentara la misma situación?, y lo dice con toda la naturalidad del mundo, convencido de que al no ser un delito de corrupción por no haber metido la mano en la “saca”, no tiene responsabilidad alguna. ¿Acaso no se da cuenta, que con esas declaraciones, marca un paralelismo con sus compañeras de escaño, que han presentado recientemente su dimisión por el caso “Ghost” de Loma Colmenar?, y que al igual que él, les asiste la presunción de inocencia, lanzando de manera subliminal el mensaje de que ellas si tienen la obligación de hacerlo por recaer sobre ellas sospechas de haberse quedado con algo que no es suyo. O como ocurrió con el caso de la compra sin licitación de carrozas por parte de otro compañero suyo de escaño, el cual también presentó su dimisión. ¿Querrá decir que sospecha que sus compañeros tienen la mano larga?, porque el argumento que sostiene es exactamente el mismo, el desconocimiento de la Ley, y con esto vuelve a dejar claro que no sabe que el desconocimiento de la norma, no exime de su cumplimiento. Si ya de por si es grave que una persona con responsabilidad de gobierno lo haga desde el desconocimiento y la ignorancia, más grave aún, es que reconozca tan a la ligera que no tendría reparo alguno de volver a cometer nuevamente un hecho constitutivo de delito.

Una cosa sí que tengo muy clara, mientras que, sobre sus compañeras, de momento solo recae una sospecha y hasta que no se esclarezcan los hechos por parte de las autoridades judiciales, son completamente inocentes, sobre Hachuel no cabe sospecha alguna, es un hecho contrastado, el cual, él mismo reconoce, que ha archivado de motu propio una sentencia judicial que inhabilitaba a dos policías locales, haciéndolo desde el poder que le otorga el cargo que ostenta. No hay que ser muy listo para saber que la sentencia va a ir muy encaminada a la que ha condenado a sus compañeros a inhabilitación especial para ejercer cualquier puesto o empleo representativo, ejecutivo o gestor por cuenta de una Administración.

Al PP, con Hachuel le ha salido un grano en el culo. Este señor no va a renunciar al acta de diputado, porque su afiliación al Partido Popular no ha llegado hasta después de formar parte del equipo gobierno y por lo tanto no siente la obligación de someterse a su régimen interno, al ser una apuesta personal de Juan Vivas.

El reproducir manifestaciones que hicieron otros compañeros suyos de no arrepentirse de lo que hicieron y que volverían a hacerlo si se repitiera la misma situación, también tendría que hacerlo en el mismo contexto, desde el salón de su casa y no enfundado en el traje del gobierno, mientras uno tuvo de valentía y la responsabilidad de presentar su dimisión, él sin embargo lo hace aferrado al sillón, como si de ello dependiera su vida.

Al PP, con Hachuel le ha salido un grano en el culo. Este señor no va a renunciar al acta de diputado, porque su afiliación al Partido Popular no ha llegado hasta después de formar parte del equipo gobierno y por lo tanto no siente la obligación de someterse a su régimen interno, al ser una apuesta personal de Juan Vivas. No hay que olvidar que concurrió en las pasadas elecciones en la lista del PP como independiente. Segundo, porque sabe muy bien, que hay un sector crítico dentro del PP, que nunca ha visto con buenos ojos el salto tan grande dentro del partido y el enorme poder que se le ha otorgado a una persona que meses atrás era duramente crítico con el PP y con su presidente, aceptándolo a regañadientes y en estos momentos están solicitando su cabeza. Tercero, por el orgullo personal del propio Hachuel, el cual, no quiere darles el gusto a sus excompañeros de UPyD de ver como desde el PP le dan una patada en sus excelentísimas posaderas. El cuarto, porque se derrumbarían los argumentos de Juan Vivas de integrar un gobierno multicultural al expulsar a un miembro destacado de la comunidad judía de Ceuta. Y el quinto y más importante, porque Jacob Hachuel tiene al gobierno del PP cogido por los huevos. Un gobierno con una mayoría cogida con alfileres no puede presionarle para que presente su dimisión, y él lo sabe muy bien. Máxime cuando no se disponen de herramientas para forzar la devolución del acta de diputado, corriendo el riesgo de que en el supuesto caso de que el Presidente de la Ciudad lo cese como Consejero, éste,  se vaya al grupo mixto, situación que desestabilizaría al gobierno y la gobernabilidad de la ciudad, no pudiendo aprobar nada en solitario en lo que queda de legislatura, obligando a Juan Vivas a aumentar sus muestras de cariño hacia Caballas, prostituyendo con ello a la administración en favor de intereses personales y partidistas. Esta última teoría no es descabellada, teniendo en cuenta que en el pasado ya hubo un intento de integrar en el gobierno a la UDCE de Mohamed Ali, teniendo por esa época el PP una mayoría suficientemente holgada de 19 escaños. Por qué será que no me espero que salga nadie por parte de Caballas a pedir la dimisión de Hachuel.

Señor Vivas, le esperan dos años convulsos, y eso le pasa por llevar en la lista a personajes de la talla de Hachuel, que no creen en las siglas que usted capitanea y lo hace solamente por interés, por confeccionar una lista con floreros en la que prima únicamente la foto, y se premia la energía de los aplausos más que la formación y la preparación. Por lo tanto, Señor Presidente, lo único que le puede salvar, es un milagro divino, y para ello no le queda más remedio que aprovechar la experiencia de Mohamed Ali llevando flores a la Virgen de África y salir detrás de todas las procesiones de Semana Santa en política y personal penitencia, para pedir redención y que se cumpla su deseo de que salga la sentencia judicial lo más pronto posible para así poder sacudirse de encima al pulgón.