En ocasiones, oímos que a un empresario diciendo que su negocio no ha funcionado, porque la población caballa no es participativa. Quizás sea porque ese modelo de negocio no tiene cabida en Ceuta. En otras decimos que Ceuta tiene carencias. Vemos modelos de negocios que tienen éxito en la península, y aquí no existen. ¿Cómo podemos acertar en el emprendimiento de un negocio, para cubrir estas necesidades y que sea exitoso? Realizando un plan de negocios, que es un estudio previo a la puesta en marcha de una empresa, que nos dará una aproximación de los resultados del negocio, y si este es viable o no.

Para emprender un negocio, lo primero que tenemos que hacer es buscar una idea para desarrollar. Bien, imitando modelos ya existentes con éxito, o bien buscando nichos de mercado (segmentos de comercio no explotados), para implantar un nuevo tipo de negocio en nuestra ciudad.

Una vez elegida la idea deberemos realizar estudios previos. En primer lugar definir la misión de la empresa, donde reflejaremos qué necesidades cubrimos, qué producto o servicio ofrecemos, a quién se lo ofrecemos, y cuáles son los objetivos que nos vamos a marcar. Con ello, empezaremos a delimitar nuestro negocio.

Seguidamente, debemos realizar un análisis del entorno, donde estudiamos, los factores que nos afectan, ya sean de manera externa, como legislación aplicable, estado económico del sector (en la actualidad estamos en un periodo de crisis y hay que tenerlo en cuenta), los valores sociales y culturales existentes en Ceuta, o factores naturales y medioambientales, como es el caso de la situación peculiar que tenemos en la ciudad. Es cierto, que la separación marítima que existe con la península, nos puede influir en nuestro negocio, pero, también tenemos una situación buena, por tener como país fronterizo a Marruecos, que es una economía emergente. También deberemos estudiar si existe o no competencia, que proveedores necesitamos, y quienes serían nuestros posibles clientes.

A nivel interno, deberemos analizar que recursos (físicos, humanos, financieros o intangibles) tenemos. Con este análisis ya podemos tener una pequeña idea de si es viable nuestro negocio o no.

A continuación deberemos realizar planes específicos:

1. Jurídico-fiscal: Qué forma jurídica vamos a tener, qué obligaciones tenemos con la Hacienda Pública, qué permisos y trámites administrativos necesitamos realizar, etc.

2. Recursos humanos: qué trabajadores necesitamos, cómo lo vamos a contratar y cómo le vamos a pagar.

3. Plan de operaciones: dónde definiremos, el local dónde vamos a trabajar (es decir la implantación del espacio comercial) y cómo optimizarlo, con la decoración, iluminación, mobiliario, etc; cómo vamos a desarrollar nuestro escaparate (técnicas de escaparatismo) en caso de que lo necesitemos; qué producto o servicio ofrecemos, haciendo un estudio en profundidad (implantación de productos y servicios), qué materiales necesitamos, etc.

4. Plan de marketing: cómo vamos a enfocar la publicidad, medios en los que los vamos a difundir, slogans, lemas, etc (la promoción en el espacio comercial), entre otros aspectos fundamentales.

5. Plan financiero: dónde reflejaremos el precios de nuestro producto o servicio, las ventas que estimamos (siendo lo más realista posible), y estados contables (lo que coloquialmente conocemos como hacer cuentas), teniendo en cuenta todos los costes de poner en marcha el negocio, y los ingresos que estimamos podemos tener, y cómo vamos a obtener la financiación para nuestro proyecto.

Dependiendo de la formación de cada emprendedor, podrá hacer cosas por sí mismo o necesitará contratar a personas o empresas que le hagan este trabajo. También cabe la opción de seguir formándose. En Ceuta, existen diversos centros donde se puede recibir formación relacionada. En la Academia Ecos, en la actualidad existen cursos de cualificación profesional (título oficial) de la rama de comercio.

La elaboración de este plan, siendo en todo momento realista, no garantiza el éxito del negocio, pues son estimaciones, pero sí nos dará mucha luz de si es rentable o no. Si hay diversos aspectos (sobre todo el plan financiero, que se realiza en consonancia a todo lo anterior) que fallan, es mejor no poner en marcha el proyecto. Si realizamos estos pasos, con realismo, y nos arroja resultados positivos, tendremos un alto porcentaje de éxito. No obstante, todo emprendimiento con éxito, requiere de riesgo.