Poder escuchar en directo, el pasado cinco de febrero, a varios responsables que estuvieron al frente del Ministerio de Educación, pertenecientes a diversos grupos políticos durante el periodo democrático en nuestro país, fue una experiencia gratificante e interesante. Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, Ministro durante la UCD, Eugenio Nasarre, Secretario de Estado por el PP, la Ministra Mercedes Cabrera y el Ministro Ángel Gabilondo por el PSOE.

En primer lugar pedir disculpas por el lenguaje de género en el artículo, comenzando por el título, pues se hace referencia a Ministros, sin embargo, también hay una Ministra. En esta mesa redonda, organizada por la Fundación Santillana, durante la celebración de la Semana de la Educación, se pusieron de relieve diversos aspectos, entre ellas preocupaciones de sus experiencias de Gobierno y prioridades de cara al futuro.

Realizaré una selección personal muy breve, dado el espacio de un artículo, comenzando por las dificultades y satisfacciones que manifestaron. J.A. Ortega y Díaz Ambrona destacó: “ Las graves carencias en el periodo de la transición en infraestructuras, escolarización, la necesidad de disminuir el analfabetismo y el tema de las transferencias educativas con el País Vasco y Cataluña”. Además de las transferencias se mostró satisfecho de conseguir la consolidación de que el MEC saliera satisfactoriamente de su funcionamiento como empresario: “Respecto al transporte escolar y el ingente número de comedores escolares”. Aspectos que tenían un ámbito nacional.

Eugenio Nasarre hizo alusión a la transición: “ La importancia que tuvo el Pacto Constitucional, la creación de puestos escolares por el Pacto de la Moncloa, con setecientos mil alumnos” También hizo alusión a la solución al dilema que se planteó en la transición respecto a mantener el funcionariado o cambiar a una estructura laboral, debido a la inmensa cantidad de profesorado interino. Posteriormente comentó: “ El incremento del número de profesores de casi el cien por cien, desde el 1982 hasta la época actual También hizo alusión: “ Al debate sobre humanidades durante su periodo en que ejerció, donde se suscitó el problema del empobrecimiento a que habían llegado”.” El primer diagnóstico que se efectuó sobre el Sistema Educativo fue en su periodo de Secretario de Estado”.

A Mercedes Cabrera le correspondió aplicar la LOE. Mencionó: “ Ser una Ley de Calidad para todos”. También se refirió a que el Sistema Educativo es más bien rígido. “Expulsa con facilidad y recoge con dificultad” Entre sus satisfacciones: “El acompañamiento de la aprobación de la LOE con una memoria económica millonaria. El Programa PROA. Completar la gratitud de la Educación Infantil e iniciar la escolarización de cero a tres años.” Entre las dificultades: “ No haberse conseguido prestigiar la Formación Profesional” Comentó: “ La obsesión actual de vincular la educación con el mercado laboral, con continuas referencias al PIB, los Ranking, que impiden hablar de otros aspectos, derivando la educación actual a una especie de Academias de Empleo”.

Ángel Gabilondo, desde el primer día ya aludió a “La necesidad de hacer un pacto político y social sobre la educación”. Pensaba en cómo poder implicarnos todos: “Sin comunidad educativa no hay cambio” Gracias a la LOE y su memoria económica: “Se ha mejorado la diversidad. La calidad y la equidad deben ir juntas. La excelencia y la igualdad de oportunidades no pueden estar separadas”. “La calidad se medía solo por los resultados. Quizás en un barrio modesto las cosas no son así”. “La Educación Infantil, la Formación Profesional, los Idiomas y la Universidad son determinantes” “Lo riguroso es lo flexible” “Es necesario humanizar la educación, poner la educación en el corazón de la economía…”.

Al final, cada uno hizo una enumeración y reflexión sobre las prioridades que consideraban debían darse en el ámbito educativo. J.A. Ortega y Diáz-Ambrona, apostó por la necesidad de: “Establecer un Pacto de Estado por la educación. Dar más voz a los profesionales de la educación. Prioridad de los gastos educativos. Equidad y calidad. Un marco más estable del Sistema Educativo. La condición de alto riesgo del Ministro de Educación. Desde Adolfo Suárez se han sucedido 17 Ministros de Educación”.

Eugenio Nasarre aludió al problema de la inestabilidad administrativa. Según su opinión en estos momentos: “Existen los medios suficientes y humanos para resolver los problemas”. Precisó la necesidad de cambios en el Profesorado: “Es necesario un nuevo modelo de selección y formación, así como de carrera docente. Sería el momento de abordarlo”.

Mercedes Cabrera estaba de acuerdo en la necesidad de cambios en la Formación del Profesorado. ”Que los mejores se dediquen a trabajar en el mundo de la educación”. “El Profesorado debe ser prestigiado y reconocido” No estaba de acuerdo en que fuera una tarea prioritaria: “Hacer muchas leyes”.

Para Ángel Gabilondo el Pacto Social y Político en Educación es fundamental. “Es prioritario un acuerdo con los agentes sociales y educativos. Para que haya cambio es necesario el diálogo y contar con ellos”. Habló: “De ciudadanos activos y libres, donde predomine la solidaridad, la cooperación y la coordinación” Respecto a la evaluación resaltó que “Había que evaluar para incentivar, para orientar, no para castigar”.

Personalmente opino que fue muy satisfactorio tener la oportunidad de escuchar y contrastar las opiniones de los/as intervinientes. El acto se desarrolló en un ambiente de tranquilidad, de tolerancia y en el que se observó durante su desarrollo un buen clima en la relación personal de los/as protagonistas. Posiblemente al emitir la siguiente opinión, pueda introducir un punto de fricción en el desarrollo del artículo. Creo que no se echó en falta, en ningún momento, la presencia del Ministro Wert. Afortunadamente, al no estar presente, ni su talante y falta de diálogo pudieron impedir que se tratara de la Educación de un modo sosegado, con las discrepancias lógicas, pero sin provocar la tensión y la crispación que proyecta el actual Ministro, aunque no se desdeña su presencia, sin duda, la mesa redonda con él hubiera sido diferente.