Es inconcebible que donde hace tan solo unas semanas no había absolutamente nada, hoy existan viviendas ilegales, llegándose a pedir por algún político interesado que a toda estas se les facilite el suministro de agua y de luz, se les urbanice adecuadamente las arbitrarias calles y ya puestos, a sus ilegales moradores se les dé un puesto de trabajo en las brigadas verdes, Obimace, Amgevicesa, Obimasa y a los menos afortunados se les busque un hueco en los planes de empleo.

Esto es simplemente de locos, así no es de extrañar que la gente siga votando lo mismo de siempre, sobre todo cuando a más de uno y de dos, se les permite hacer lo que les viene en gana, reprochándose para más "inri" a Trace, que no pasen por allí para la limpieza. Que yo sepa para que eso ocurra primero tendrá que aparecer en el callejero y de momento esto no es así, ya que me extraña que dada la rapidez con la que edifican, estén en el pliego de condiciones, a no ser que vayan renovándolo cada mes, tiempo más o menos que algunos tardan en coger un terreno que no es suyo y edificar una casa.

Con todo esto no quiero decir que los que actualmente viven en esa zona no tenga derecho a vivir de manera digna, lo que me parece indignante es la dejadez manifiesta por parte de los que tienen la responsabilidad de hacer cumplir la ley, quienes dejan hacer por simple interés electoralista. ¿Que pasaría si mañana también empezasen a hacer lo mismo en Calamocarro? pues nada, de hecho ya en esa zona, un edificio declarado en ruina total se está empezando a reconstruir, verán como dentro de un par de meses está finalizada la obra y aquí no pasa absolutamente nada.

De hecho no es de extrañar que al partido que tiene que tomar cartas en el asunto les sigan votando, pues saben de sobra que mientras manden ellos, podrán hacer lo que le vengan en gana, ahora bien, los que denunciamos estos temas la llevamos clara, pretender que se acabe con la impunidad tiene su precio en votos y esto se comprueba en las urnas. Es tal el desaguisado que se ha originado con esto de las viviendas y almacenes ilegales en la zona que linda con la frontera, que ya difícil arreglo tiene si no es a las bravas, prueba de ello es la generalización del fenómeno, porque si nos vamos al Recinto, pasando por la Plaza de Azcárate, hasta Patio Castillo, vamos en pleno Centro, vemos como aquello ya es ciertamente una viña sin vallar.

Al gobierno local solo basta decirle que sigan en esa línea y verán la que han liado en tan solo quince años y lo peor de todo es que hoy ya es un hecho real, no existiendo intenciones de tomar cartas en el asunto, pues mientras a unos pocos les vayan bien, poco les va a importar la deriva que lleve todo este asunto. En cualquier caso siempre tendremos al Señor Alcalde con su Ceuta marinera, esa que solo reside en su mente y que ahora que llegan las fiestas patronales con tantas bondades recreará, para gozo y gusto de los llamados “ausentes”.

Eso sí, ahora salen los empresarios con lo del colapso de la Frontera, pero lo que no veo es que nadie exponga que hay detrás del negocio montado en los polígonos del Tarajal, pues de sobra se sabe que a excepción de algunas naves, la gran mayoría son meras consignas, con lo que no estaría de mas echar un vistazo para ver quien esta detrás de todo este tinglado poligonero que tantos problemas y dinero cuesta a la ciudad y en especial a sus contribuyentes, muchas quejas sí, pero dar la cara cuesta y lo peor de todo es que lo saben.