Germán Pareja

Al clamor de unas palabras.

Cómo puedo explicar mediante unas letras a todo aquel que lea que la sin razón tiene demasiada cabida en nuestras vidas. Cómo se puede explicar que la ilógica nos envuelva cada vez más.

Cómo puedo explicar que no existe la cordura, y que la falta de sentido común cada vez nos domina con mayor fuerza.

Cómo se explica el hecho de que estemos inmersos en un radicalismo cada vez más acusado.

Cómo podremos explicar que esto que se siembra hoy otros tendrán que recoger mañana.

Cuantas preguntas sin respuestas, es que estamos avocados a la deriva, que pensamos ofrecer a nuestros hijos y nietos. Porqué cada día tenemos que saber que existe una discordia continua, a cada gesto, a cada acto, a cada situación, etc... Por supuesto que la crítica tiene sentido y debe ser entendida, pero criticar por el mero hecho de criticar, no.

No puedo entender que se caiga en el desdén, todo está mal en este país. Una bandera a media asta, un paso de Semana Santa, una legión que con solemnidad acompaña a la tradición, una independencia sin futuro, una igualdad desigual, un país sin fronteras, una lengua extranjera, una reivindicación a la mentira.

Cualquier cosa es criticable, pero por Dios, ¿hasta cuándo vamos a seguir metiendo el dedo en el ojo ajeno, con qué finalidad?. Es que una bandera a media asta significa dejar a medias los derechos de todos, es que la Semana Santa no tiene cabida porque desprecia a todo aquel que no sea cristiano, es que la legión no se merece respeto y alude a un mal recuerdo, es que una lengua tiene que dejar callado a aquel que no la hable, una creencia tiene que ser censurada por aquellos que no creen, un independentista vale más mil que no lo son, la igualdad tiene que ser el insulto a otros, eliminar fronteras significa no asumir ni respetar las normas de aquel que la atraviesa.

Donde queda el respeto y el sentido común, creo que esto ha llegado al hastío más profundo, estamos calando en la estructura emocional del ser humano. Reivindicar aquello que es injusto y defender los derechos de todos, eso es un acto noble al cual nos debemos sumar, y cierto es que tenemos que aunar esfuerzos para conseguir un país y porque no, un mundo mejor. Pero no podemos criticar por el hecho de criticar y debemos callar voces, dejando de lado a la sin razón de un argumento vacío de contenido.

Yo me rebelo y digo basta, no quiero que mañana mis hijos, nietos, o biznietos me hagan el reproche del porqué no hicimos nada para remediar que ellos tengan que recoger una cosecha llena de odio. "CALLANDO VOCES..."