¿Habrá huelga…? AFE amenaza a la Liga de Fútbol Profesional ante la falta de acuerdo con la LFP sobre el convenio colectivo. Los fondos de garantía salarial fijados por la ‘patronal’ no gustan a los jugadores, que en caso de impago percibirían 240 mil euros en primera y 120 mil en segunda.

¿Alguien se ha parado a pensar en lo que representan estas cifras, cuando el salario mínimo interprofesional está por debajo de los 600 euros?

Algo no funciona en el mundo profesional del deporte rey en este país. Se firman contratos con cifras astronómicas, cuando ambas partes (club y jugador) son conscientes que, en la mayor parte de los casos, son números inasumibles, pero miran hacia otro lado esperando que a final de temporada se produzca el milagro y se cumpla con lo firmado. ¿Y por qué se ha llegado a estos extremos? Pues por algo similar a lo sucedido con la burbuja inmobiliaria. Los derechos televisivos no podían ser la panacea que curase de todos los males al balompié. Sobre todo cuando las productoras televisivas han superado con creces su techo de superdeuda, y ya no pueden asumir ni un euro más. No hay liquidez, y con en el cuento de la lechera, el cántaro se ha roto. En los últimos diez años, clubes y LFP han ido pidiendo más por los derechos televisivos, que no se reparten por igual, y en estos momentos, y en cada temporada los contratos de las ‘estrellas’ han ido de estratosféricas a interplanetarias. El montante total de la deuda debe algo así como un secreto de estado y si se cumpliese la norma de la Real Federación Española, más de la mitad de los equipos del territorio debería de haber desaparecido. Un apunte más. Al presidente de AFE, el señor Rubiales, se le ha olvidado, que la mayor bolsa de morosidad no está en Primera o Segunda… Es verdad que en esas dos categorías los millones dan miedo, pero los modestos, los que ganan mucho menos de 120 mil euros al año, son los más afectados, porque cuando ganas poco y no te pagan, te quedas sin nada.