Achraf Benaisa (MDyC)

Abandonados por el Desgobierno del Sr. Vivas y asfixiados por el país vecino, como un barco a la deriva, así se presenta la Ceuta de 2018.

Ceuta, es una ciudad actualmente forjada entre la pugna de dos países, dónde las reglas del juego se rigen en territorios desconocidos porque hablar de ello está terminantemente prohibido

Achraf BenaisaCeuta ha sido siempre codiciada por todos los imperios ya sea por su situación geográfica o estratégica, con una importante ruta comercial que a día de hoy, tiene sus horas contadas. Ceuta, es una ciudad actualmente forjada entre la pugna de dos países, dónde las reglas del juego se rigen en territorios desconocidos porque hablar de ello está terminantemente prohibido, donde la ciudadanía ejerce sólo de meros espectadores sin saber que va a pasar mañana, por cada paso que se da, el abismo crece y dónde el desempleo es uno de los más altos de España.

Una ciudad donde el trabajo es uno de los bienes más preciados, aquí quién no trabaja lo único que le queda es portear en una frontera obsoleta para sacar unos euros dignamente y poder subsistir, sabiendo los peligros que entraña, una frontera más parecida a un casino dónde no sabes si la suerte te va acompañar, ya que no sólo tienen que lidiar con las fuerzas de seguridad del país vecino que tan acostumbrados estaban, ahora surge un nuevo adversario mandados por las esferas más altas de la D.G, que lejos de fomentar el consumo sorprendentemente no se les ha ocurrido otra cosa que poner un contenedor en la frontera para requisar los productos que legalmente los clientes han comprado en Ceuta, quién es empresario sabe que Ceuta se la han cargado, donde los gestores políticos reman en sentido contrario a la economía, sin saber que esa burbuja pincharía y caería la actividad comercial, todo ello con un ejecutivo autodenominado defensor de la economía...

“Sinceramente, a día de hoy no nos va tan mal así”. Estas palabras del parlamentario Sr. D. Juan  Bravo, me hizo recordar el famoso eslogan del ex-presidente del gobierno de España Sr. D. José María Aznar “ESPAÑA VA BIEN”

Voces que clamamos un cambio en contra del pensamiento oficial, para evitar esta crisis es necesario atajar dos graves problemas: el desempleo y la baja competitividad empresarial frente a los bultos, para ello hay que adoptar nuevas políticas económicas que aumenten la competitividad empresarial, que creen empleo, que atraigan clientes, den fluidez a una frontera mal gestionada y todo esto sin olvidar la lucha contra el fraude, los bultos y las naves consignas.

Promesas de un Ejecutivo desgastado y que no logran cumplir, un Delegado del Gobierno ausente, un paso del tarajal II usado indebidamente, mal gestionado y más dañino que beneficioso, que ha dejado de servir a la economía tradicional, usado al antojo de unos pocos, imágenes de una Ceuta tercermundista, avalanchas, muertes, una frontera inhumana en la que la fluidez brilla por su ausencia, etc. Un ciclo sin fin, que si no rompemos se iniciará nuevamente y no permitirá que logremos un avance real en el desarrollo de nuestra Ciudad.

Ésta es nuestra ciudad, nuestro hogar, hace unos días me sorprendió oír a un dirigente político decir: “Sinceramente, a día de hoy no nos va tan mal así”. Estas palabras del parlamentario Sr. D. Juan  Bravo, me hizo recordar el famoso eslogan del ex-presidente del gobierno de España Sr. D. José María Aznar “ESPAÑA VA BIEN”, sumergido en plena burbuja urbanística, potenciada por su ley que hacía a toda  España urbanizable, nuevamente la historia se repite.

Mientras tanto, al otro lado de la frontera se adoptan medidas restrictivas como instrumento que van a tener efectos perniciososo para la economía ceutí. Hace poco se ha dado una vuelta más de rosca a las importaciones de los productos textiles procedentes de Turquía, elevando los aranceles hasta el 90%, no es de extrañar que pronto notemos el colapso, ya no sólo de los productos chinos en Ceuta, sino también la de los turcos,  desplazando aún más si cabe la economía local, mientras el Desgobierno del Sr. Vivas sigue sin implantar las necesarias medidas para luchar contra este comercio que envenena nuestra economía, una lucha contra el fraude que ha brillado por su ausencia, por lo que se ha convertido en connivencia, a pesar de los constantes avisos de los comerciantes locales y de su efecto en el IPSI importación, que nunca ha querido observar.

Es hora de cambiar el rumbo.