- A raíz de la avalancha que se ha dado este martes en la frontera, los compañeros nos han transmitido la advertencia a los trabajadores de diferentes centros para que permanezcan en los lugares de trabajo.

Como venimos denunciando reiteradamente, las características de nuestra ciudad exigen que no se mantengan infradotados de personal ni a los centros de salud ni a los centros de urgencia que en casos como este quedan colapsados repercutiendo además en el resto de los usuarios. Tal y como preveía delegación de gobierno, estamos asistiendo a un verano caliente, lo que nos preguntamos es porque no se trata a la sanidad con la misma prioridad que a los cuerpos de seguridad que fueron reforzados inmediatamente tras los últimos acontecimientos en la frontera.

No se puede mantener al sistema de salud de nuestra población bajo mínimos en personal, sin cubrir adecuadamente las vacaciones, sin presupuesto suficiente para dar cobertura a las bajas, manteniendo en la practica atención primaria en un horario matinal y encima pedirle a ese sistema de salud que asuma la atención añadida, no ya de la población del norte de Marruecos que inevitablemente usa nuestros servicios, sino además que tenga que dar respuesta a situaciones de emergencia como la de hoy, mucho menos esporádicas de lo que deberían ser.

Nos han acusado recientemente de crear alarma social y de atacar injustificadamente a nuestros directivos cuando lo que nos limitamos es a describir una situación de sobrecarga permanente de los servicios sanitarios de nuestra ciudad. La realidad esta demostrando que está mas que justificado nuestro recurso al defensor del pueblo ya que todas estas circunstancias no solo afectan a los trabajadores sino que repercuten en todos los ceuties.

Es necesario que el ministerio tome consciencia de la peculiaridad de nuestra ciudad en el ámbito sanitario, del aislamiento geográfico, de la limitación de recursos sanitarios alternativos, de la presión constante por el país vecino y de las situaciones de emergencia que se dan en estos casos. Y desde luego es necesario que actúe en consecuencia, lo cual implica la cobertura de absolutamente todas las vacantes existentes tanto en atención primaria como en el ambito hospitalario, el acuerdo de nuevas acciones para el próximo contrato de gestión así como la dotación de los servicios de urgencia del personal estructural necesario en vez de parchear con contratos anómalos.

El director del INGESA debe dar la importancia que requiere a este asunto y dotar a la ciudad de los recursos sanitarios suficientes que le permitan atender no solo a la ciudadanía de pleno derecho sino que pueda abordar con solidez estas circunstancias que nos tememos van a reiterarse en un futuro cercano. Debe nuestro director saber que la población de Ceuta no merece ser discriminada en su atención sanitaria por el simple hecho de residir en una ciudad con estas peculiaridades.

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