- Recuerdas estas palabras: “Yo votaré que No a quien intente formar un grupo de perdedores para desbancar a una lista que gane las elecciones. Porque España va mal, pero no se merece ir a peor”.

Fueron pronunciadas por el candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Alvert Rivera, durante la pasada campaña electoral. Pues bien, el 20D los españoles y españolas votaron democraticamente y eligieron a un candidato y a un partido ¿Quién cree Albert Rivera que es para cambiar esta elección? Si no se puede gobernar con 90 escaños, manos aun se puede intentar cambiar la voluntad de los españoles con 40.

Tras los últimos acontecimientos planteo varias cuestiones a quienes confiaron en la formación naranja, mucho de ellos votantes de la derecha ideológica: ¿queda algún dirigente de esta formación que aún crea lo que dijeron a los españoles hace menos de tres meses?, ¿queda alguien dentro de Ciudadanos que levante su voz ante la apropiación de Sánchez de sus cuarenta escaños para decir que cuenta con 130?, ¿pretende ser el vicepresidente de Pedro Sánchez?, ¿va a aceptar la fusión por absorción del partido socialista?, ¿va a respaldar un eventual acuerdo entre el PSOE y Podemos? Y en caso de elecciones ¿se presentaran C´s y el PSOE de la mano?

No seré yo quien interfiera en los asuntos internos de otra formación política, pero existen razones de peso para hacerlo. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, pontifica y da lecciones sobre limitación de mandatos, cuando él lleva 10 años de presidente de esta formación y se ha erigido en su dueño y señor tras ser elegido sucesivamente por aclamación popular. ¿Acaso ha consultado a sus militantes su brusco viraje ideológico consistente en echarse en brazos de un partido socialista que en diciembre rechazaba? Quien habla de nueva política, lo primero que proponen es ignorar la voluntad de los españoles en las urnas.

Es momento de defender los intereses de los españoles, de los que poca gente habla en estos días. Y lo que queremos los españoles, sin ninguna duda, es consolidar la recuperación para crear empleo y conservar y mejorar el Estado del Bienestar. Por ello, no es asumible hacer presidente a quienes tan solo plantean una contrareforma de todas las reformas que han demostrado ser útiles en los últimos años para evitar la quiebra de España y su rescate. No podemos consentir la demolición de cuantas medidas se han llevado a cabo en los últimos cuatro años. Es el momento del consenso, del pacto, del acuerdo de Estado entre las grandes formaciones constitucionalistas: Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, pues nadie está en condiciones de aplicar la totalidad de su programa y sus convicciones.