Solemos identificarla como la introducción de una sustancia, potencialmente perjudicial para la salud humana, en un medio en el que no se encuentra de forma habitual, en ocasiones de forma inocua, pero en otros muchos casos, como en el de la barriada de la “Estación”, esta puede ser percibida de forma continua y contundente, al encontrarse situada junto a una planta eléctrica, cuya producción por carburante, hace que la zona pueda ser considerada como un verdadero punto negro de la contaminación local y si a ello le unimos también el incesante ruido emitido por las turbinas transformadoras, la situación en lo que respecta a la salud de los vecinos que allí viven se convierte en algo especialmente preocupante.

Además, al hablar de contaminación no sólo hemos de tener en cuenta lo efectos inmediatos, pues tanto o más importantes son los efectos a largo plazo, e incluso los acumulativos. Esta tipología contaminante que nos ocupa, incide también de manera especial en la contaminación atmosférica, ya que posee un alto poder de dispersión al expulsar por lo general la sustancia nociva a gran altitud, aunque aquí no sea el caso, pues la altura de las chimeneas existentes en la Planta no sobrepasan en mucho a los edificios allí ubicados.

De hecho, habría que apuntar que las fábricas más contaminantes, tenían por costumbre instalar chimeneas especialmente altas, al objeto de alejar en la medida de los posible de las zonas habitadas los residuos contaminantes expulsados por estas, aunque la medida tenia resultados positivos a corto plazo, no significaba que fuera tampoco una verdadera garantía, pues no debemos olvidar que todo lo que se envía a la atmósfera termina por volver a la superficie terrestre, al margen de las pequeñas cantidades que durante el proceso se degradan y desaparecen.

Pero lo mas curioso de todo esto es, que en la barriada afectada de lleno por este problema de salubridad, es una en las que más se vota al grupo político que tiene el poder y obligación de darle una solución a todo esto, cosa que evidentemente no hace, increíble pero cierto, pues cuando se le plantea tan peliaguda cuestión, o dan la callada por respuesta o en todo caso aluden al veredicto de unos técnicos que al parecer lo encuentran todo normal y dentro de la legalidad vigente. Así que todos contentos, aunque tratándose de la salud no sabemos hasta cuando.