Las pensiones son un derecho, un derecho de todos los españoles que han dedicado sus vidas a contribuir al crecimiento de nuestra nación como sociedad y es por esto, por lo que el debate sobre las pensiones debe quedar fuera del partidismo oportunista y mantenerse en lo acordado en el Pacto de Toledo. El Partido Popular no hace demagogia con las pensiones, no pretende engañar con falsas promesas irrealizables y quebrar así la confianza que millones de españoles ha depositado en nuestro Estado como garante de su futuro.

La realidad es que a pesar de la grave crisis en la que el gobierno del partido socialista sumió al país, de que fue ese gobierno socialista el que reformó las pensiones en el 2011 recortando un 10% las nuevas pensiones y  forzando a los españoles a trabajar hasta los 67 años, es el gobierno del Partido Popular el que ha mantenido el poder adquisitivo de las pensiones, no las ha congelado, como si hicieron los socialistas y desde el año 2012, las pensiones han aumentado todos los años, sin excepción, y ha crecido el número de pensionistas y por lo tanto, el gasto total en pensiones. Ahora, por ley, no se pueden congelar las pensiones, como ocurrió en las últimas dos legislaturas del PSOE. Cada año, la revalorización debe ser como mínimo, del 0,25%.

Lo cierto es que en España hay más pensiones que nunca y son más altas que nunca. El sistema abona ya 9.573.282 pensiones. De acuerdo con los últimos datos, de febrero, la nómina de las pensiones contributivas superaba ya los 8.925 millones de euros y la pensión media de jubilación alcanzaba los 1.077,5 euros.

La OCDE afirma que los pensionistas españoles han sido los más protegidos por nuestro sistema de bienestar durante la crisis y en el inicio de la recuperación. En concreto en España la renta de los jubilados es superior a la de la media del país (un 6%), lo contrario que en la mayoría de los países de la OCDE, donde los jubilados ganan de media, un 7% menos. El gobierno del Partido Popular ha conseguido mantener las pensiones alejadas de los recortes que otros estados de la Unión se han visto obligados a realizar como el caso de Grecia donde su gobierno populista tuvo que recortar las pensiones un 40%.

Más allá de demagogias, la realidad es que el principal enemigo de nuestras pensiones, basadas en un sistema de reparto donde los planes privados son complementarios, es el desempleo. Por esto la destrucción de 3,8 millones de empleos durante la época socialista ha sido el mayor enemigo de nuestro sistema de pensiones y es también por esto por lo que el mantenimiento de nuestro actual sistema debe basarse en la creación de empleo, un empleo real basado en la productividad alejado del empleo ficticio que propició el gobierno socialista basado en unas políticas de gasto publico improductivo.

Frente al reto que supone el mantenimiento de nuestro actual sistema de pensiones no se puede acudir a fórmulas irreales y demagógicas, el Partido Popular apuesta por las dos únicas vías posibles para asegurar el derecho a las pensiones de los españoles ante el reto demográfico que supone el positivo dato del crecimiento de nuestra esperanza de vida:

1.- Políticas de empleo como las adoptadas hasta la fecha por el gobierno del Partido Popular que han dado como resultado un espectacular crecimiento de cotizantes a la Seguridad Social. El crecimiento económico es el principal garante de nuestro sistema de pensiones

2.- La creación de una Estrategia Nacional frente al reto demográfico para abordar el apoyo a la renovación demográfica y dar un tratamiento específico a la despoblación.

Alejado de demagogias que tan solo perjudican la confianza de los españoles en nuestro sistema, el gobierno del Partido Popular mantendrá siempre una postura abierta y constructiva buscando los acuerdos y consensos con las demás fuerzas políticas y con los agentes sociales. Las subidas de las pensiones mínimas y de viudedad que la Ministra de Empleo va a negociar con los sindicatos y la patronal como un esfuerzo adicional en el marco de los Presupuesto Generales del Estado para el 2018, son un claro ejemplo de ello. Porque el Partido Popular tiene el convencimiento de que nuestro sistema de pensiones es viable pero sobre todo porque cree que es un derecho de los españoles, un derecho con el que nadie debe hacer demagogia.