En 1960 hubo 69 muertos en Sharpeville, en Sudáfrica y por ello conmemoramos este día, para que no quede en el olvido.

Aún nos queda sendero por andar, para acabar con los estereotipos, para arrancar de raíz la xenofobia y frenar el racismo. Aún nos queda mucho y eso me entristece ya que en pleno siglo XXI existe esa fragmentación en la sociedad, ese miedo a lo ‘’extraño’’ y ese desconocimiento de culturas que traen consigo la palabra Discriminación y en este caso, racial.

Lo dije el 1 de Marzo y lo reitero de nuevo: Tú y yo tenemos mucho en común y las diferencias nos hacen aún más iguales. La diversidad, es la que hace a la humanidad más humana, y a nosotras/os mismos más parecidos. Por ello este día debe verse refractado durante los 365 días del año y a lo largo de nuestras vidas. Avanzar y NO retroceder. Respetar y NO excluir. Creer en la libertad de las personas y NO crear guetos. En pocas palabras, ser iguales y no convertir nuestras diferencias en barreras entre nosotros/as. No somos conscientes del daño tanto psicológico como en algunas (dramáticas) situaciones físico que este término llega a causar a las personas.

Y una vez más, mi persona se niega a aceptar que aún exista ese tipo de actos, de marcar un trato inferior hacia personas y en este caso, por raza. Porque la primera barrera que se impone la persona para excluir lo ajeno, la hace presa de su ignorancia hasta conseguir encarcelar sus principios morales como es la igualdad de todas y todos. Y es ahí donde debemos luchar para romper cadenas, barreras y unir lazos, conocernos e integrarnos para así conseguir esa ansiada CONVIVENCIA.

Como dijo Martin Luther King 'Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos'.

21 de Marzo. Que no pase en vano y que siga la lucha, para acabar con la Discriminación.