alumnas niñas

Alfonso Pérez, profesor de Organización y Proyectos de Sistemas Energéticos

Aunque la problemática de la Formación Profesional tiene su propio recorrido y, es más aplicable a las voluntades o capacidades de sus responsables que al mal que adolece la enseñanza en general, en este escrito vamos a tratar de ampliar la situación de la Enseñanza en Ceuta, enumerando algunas de sus debilidades.

Centrar las dificultades y los problemas que adolece la enseñanza en Ceuta se encuentran entre otras:

a) La masificación de las aulas, este aspecto desde luego tiene su principal solución en aumentar los Centros de enseñanza, el que está escribiendo esto como profesor de FP sugiere como perentorio un Centro Integrado de FP con lo que se conseguiría que los recursos de esta modalidad no fueran desviados a otros quehaceres y se aliviaría la situación de los IES al ganar un suculento espacio de los mismos. Sin nuevas edificaciones difícilmente este problema se puede resolver por lo que emplazamos al Ministerio de Educación y PF para su solución.

b) El comportamiento de los alumnos en los IES es bastante mejorable, hay que hacer un examen exhaustivo si el comportamiento se deteriora en los IES o ya viene bastante deteriorado de la primaria.

Según sea la conclusión que se realice las actuaciones deben ser diferentes aunque por experiencia puedo colegir que este deterioro comienza en los IES. Actuando en este supuesto debemos ejercer en todo momento sobre estos alumnos para evitar que el ambiente educativo se degrade, los departamentos de Orientación deben realizar protocolos para detectar lo antes posible a los 5 ó 6 alumnos que van a llevar al curso muy a menudo a situaciones límites, provocando una intimidación ambiental en la que los alumnos no conflictivos no pueden sustraerse, es más, se unen con bastante animación para así no quedarse descolgados de sus compañeros.

A nadie se le escapa que para que haya un rendimiento adecuado en los conocimientos que debe adquirir el alumno en un aula, es fundamental el comportamiento de estos. Una vez localizados los alumnos que puedan ser susceptibles de estropear el ambiente del aula se tiene que establecer un protocolo de actuación sobre estos alumnos para evitar el contagio del resto. Estos protocolos pueden ser o mejor deben ser susceptibles de ser cambiados de forma rápida buscando en todo momento la mejora, apoyándose en los protocolos que han demostrado su eficacia.

Aunque este apartado sobre el comportamiento de los alumnos es más extenso que lo que desarrolla estas líneas, daremos lo expuesto como una pátina para dejar claro su importancia.

c) Otro apartado no menor es el de la condescendencia a veces muy acusada entre los profesores con el comportamiento de los alumnos Aceptación más veces de lo adecuado a sus planteamientos tales como: ¿para qué sirve?, estoy cansado, ¿por qué a él sí y a mí no?, estoy cansado, a mí me obligan a venir. Son comportamientos claramente disruptivos. En la actualidad en el IES en el que imparto clases está establecido un sistema de partes y la prohibición de móviles en el Centro bastante válidos aunque no suficiente.

d) La condición de cierta soledad de la enseñanza Ceutí, una especie de “Ínsula educativa” y las justificaciones que algunos de los responsables de la formación de los jóvenes es la de: “tenemos los alumnos que tenemos”, haciendo un daño casi irreparable pues tetaniza cualquier actuación ulterior que nos incapacita para desarrollar encuentros con otras comunidades y compartir experiencias. Este tipo de actitud permite no entrar en las exigencias educativas de foros europeos, lo cual para ciertos responsables de la educación Ceutí es un alivio. Esto entorpece el avance de la enseñanza si además lo unimos a la dificultad de cursos de reciclaje del profesorado la singularidad de Ceuta agrava la formación académica de los jóvenes Ceutís y justifica a los responsables de la educación la baja calidad de la misma.

d) Otro apartado es el del esfuerzo de los alumnos, bajo o muy bajo sería la conclusión que cualquier profesor puede decir, pongamos como ejemplo el nivel de conocimiento de los alumnos de la FPB del que soy profesor no creo que llegue ni al 20% de lo que la legislación vigente establece, sin embargo mayoritariamente de los alumnos han suspendido. Gran número de alumnos creen que solo vale lo que se les queda en clase y que ellos a partir de ahí no tienen que realizar esfuerzo alguno o muy poco, que pueden interrumpir al profesor incluso porfiar con él el tipo de examen o el temario que se da. Algunos alumnos -y no son pocos-, piensan y exponen que con lo que hacen en clase es más que suficiente para aprender lo que se les exige.

e) La baja disciplina va enlazada con el comportamiento aunque voy a tratar de diferenciar la baja disciplina que la encajaría con la indolencia y al mal comportamiento con la falta de respeto hacia los profesores y compañeros.

Esta indolencia o falta de disciplina va con gran número de alumnos que no realizan el esfuerzo necesario para asentar conocimientos por medio del repaso o estar atento para entender lo que debe aprender. La falta de repaso de las materias que se deben estudiar van con frecuencia unidas a “no le comprendo”. Como ejemplo puedo decir que alumnos de 15, y 16 años al hablar en matemáticas no entienden las palabras “despejar o incógnita”.

f) El idioma materno también es uno de los problemas con el que nos encontramos por un grupo mayoritario de alumnos y este problema no es baladí, es un problema que se arrastra desde la primaria.

g) La formación Profesional tema candente y humillante maltrato y peor gestionado.

h) La escasa participación de los padres, limitada a las reuniones del Consejo Escolar y a presentarse en el Instituto cuando son citados por los profesores por motivos de comportamiento o bajo rendimiento académico.

A cada uno de estos apartados u otros que surjan se puede establecer una solución si hacemos un buen diagnóstico realizaremos una buena terapia que será motivo de comentario posterior, pero siempre lejos del: “TENEMOS LOS ALUMNOS QUE TENEMOS”.

Por cierto, justo al otro lado del Estrecho en el IES Virgen de la Esperanza, estrenan el próximo curso el ciclo Superior de Frío y Calor, el mismo que en Ceuta se “congela”. Parece evidente que la Junta de Andalucía no dispone de lúcidos economistas que les diga que el presente y el futuro del empleo pasan por los ciclos de Mantenimiento de Viviendas y el de Reforma y Mantenimiento de Edificios, que son alguno de los nuevos de Ceuta.