- Recientemente un servidor público del interés general o delegado bipartidista en el Reino de Nopasanada realizó unas declaraciones sobre que los delincuentes eran tontos y otras lindezas.

De repente, no pude evitar pensar en tonterías, supongo, no tan tontas: Forrest Gump decía que tonto es el que dice tonterías. A mi personalmente no me preocupa el que dice tonterías -nadie se salva de decirlas incluso los Delegados del Gobierno- ni el que parece tonto -acordémonos del Emperador Claudio que sobrevivió a más conspiraciones palaciegas que otros más listos- sino el que hace “tonterías”. Y si los delincuentes son tontos, los demás ¿qué somos?, me pregunto.

Intentaré responder: Estamos los “listos-tontos” que cumplimos las normas, pagamos impuestos, mantenemos a políticos y/o delincuentes y a tres cuartas partes del país, a propios y extraños. Somos los ciudadanos cumplidores, los pringaos, los paganos de la crisis creada por los “tontos-superlistos” intocables que la crearon.

Seguidamente, destacamos a los “tontos-listos”, siendo legión, que van desde los que en la Administración no quieren trabajar y viven bien, incluyendo a un número incierto de casos de liberados sindicales, hasta bastantes ineptos que nos gobiernan (pues 6 millones de parados y un rescate parcial bancario no es cosa de mala suerte sino de ineptitud bipartidista estructural).

Cuesta creer que nuestros gobernantes actuales y pretéritos puedan ser gente de cultura y formación superior, sin duda mal digerida, pero muy productiva para ellos. Por cierto, algunos de estos tontos deben de pertenecer a la ONG “Políticos sin fronteras” por aquello de que aprovechan la bicoca política -a las hemerotecas me remito- para depositar fondos públicos en Suiza y otros paraísos fiscales.

En tercer lugar, se hallan los “tontos-tontos”, que son los diagnosticados con o sin tricornio de Napoleón. Y, por último, esperando no dejarme ningún tonto en el anonimato, “los listos-listos”, tan discretos como escasos, que, como sabios, suelen pasar desapercibidos o exiliarse del Reino de Nopasanada.