Widad Mohamed, diputada del MDyC

El pasotismo del Desgobierno del Señor Vivas, es una clara seña de identidad de la pésima manera que tienen de gestionar los alarmantes y graves problemas de la ciudadanía.

Poco o nada les parece importar la falta de vivienda, el elevadísimo nivel de desempleo, las escandalosas y vergonzosas cifras de personas que se encuentran bajo el umbral de la pobreza, los centenares de niños y niñas que se excluyen “porque sí” de los comedores escolares y una larga relación de quejas vecinales que desgraciadamente en vez de recibir soluciones contundentes solo reciben como respuesta por parte del Desgobierno lamentaciones y sus tan habituales evasivas.

El Ejecutivo Local, “escurre el bulto” constantemente. Ni se preocupan ni se ocupan de los aspectos que inquietan a la ciudadanía. Desoyen las propuestas de mejora y las críticas constructivas que les planteamos y lo que a mi entender es mucho más grave y alarmante: Desatienden y abandonan a la población ceutí a su suerte, sin ningún tipo de pudor ni remordimiento.

La falta de ideas y esa actitud de fanfarronería barata que proclama el Partido Popular, se traducen en un panorama desolador de nuestra ciudad.

No es justo ni honrado por parte de un gobierno que pretenda ser llamado y conocido como responsable actuar de esta manera: perpetuando la desesperación y el sufrimiento de nuestra ciudadanía, sobre todo la que requiere más atención y respaldo gubernamental.

El interés general no es una prioridad para nuestros supuestos responsables y lo están demostrando con el lamentable modo de proceder que se han fijado como inamovible línea estratégica a seguir dentro de su gestión.

La transparencia, la participación ciudadana y lo que se denomina hacer las “cosas bien hechas” brillan por su ausencia en la gestión del Ejecutivo Local. Eso sí, la desidia y la inacción están a la orden del día y si se les recrimina su descarado pasotismo se lamentan como si eso fuese a solventar las problemáticas de nuestros vecinos y vecinas. Siguen acudiendo a las evasivas y a su famosa fórmula mágica del estamos en ello, cuando se quedan sin argumentos. Mientras tanto los graves problemas de la ciudadanía siguen sin encontrar soluciones.