Parece ser que ha propuesto usted que se “reflexione” la posibilidad de ampliar los días lectivos como medida clave para paliar el fracaso escolar de esta Ciudad.

Al mismo tiempo, anuncia la inminente aplicación de la LOMCE para Educación Secundaria y su culminación en Educación Primaria con la premisa de que debemos ser el mismo número de docentes y, a sabiendas de que eso no es del todo factible si queremos la mejora de la calidad de la enseñanza (Ley de Mejora de la Calidad de la Enseñanza - LOMCE), la cual se ha aprobado gracias al Ministro de Educación para el que usted trabaja, el Señor Wert.

Además, anuncia la imposibilidad de recuperar la semana blanca, al parecer por ser anti-pedagógica, pues, debe ser más pedagógico lo que está pasando en el presente curso, que el alumnado ya no sabe cuándo le toca una semana completa y el profesorado no hace más que perder clases seguidas de las semanas que se quedan a medias y que conllevan el descontrol en las materias. Debe ser más pedagógico tener, en un centro diseñado según LOE, con clases para 25 estudiantes, una ratio de 30 en la ESO y de 34 en Bachillerato.

Eso sí, anuncia una medida populista que está íntimamente relacionada con la calidad de la educación, las becas de comedor. Y no es que una servidora, mera funcionaria del Ministerio de Educación, no considere que la alimentación no sea importante, es que, sencillamente, considera que se ha empleado ese recurso para aplacar a ciertos sectores más duros de roer.

Entonces, yo, humildemente, me planteo lo siguiente. Usted, que es maestro, que es filólogo, que ha sido director de un centro educativo, que pertenece al Cuerpo de Maestros y al Cuerpo de Inspectores de Educación. Usted ha estado al pie del cañón. Usted sabe lo que es distribuir los recursos dentro de un centro docente y lo que hay que luchar para que la Administración proporcione todo lo necesario para ponerlo en marcha cada año. Estoy completamente segura de que usted ha formado a varias generaciones de jóvenes que hoy le estarán agradecidos.

Siendo así, ¿cómo puede usted pedir más sacrificios al profesorado de Ceuta a la vez que habla de una ley de mejora de la calidad de la educación? ¿Cómo pide usted que se “reflexione” sobre el aumento de cuatro días lectivos como clave para acabar con el imperante fracaso escolar a la vez que dice que no hay más recursos personales? ¿Cómo considera anti-pedagógica la semana blanca a la vez que aumenta la ratio profesor-alumno? ¿Es que usted se ha olvidado ya de lo que es trabajar y luchar día a día por el alumnado? ¿Es que han quedado muy atrás aquellos días en los que tenía que atender a una clase heterogénea? Entre sus funciones, usted tiene atribuida “la programación y gestión de la enseñanza en Ceuta y Melilla” (http://transparencia.gob.es/es_ES/buscar/contenido/curriculums/CV_492), ¿ha hablado usted con los profesionales que trabajamos codo con codo con el alumnado de Ceuta? ¿Se ha planteado quizás que somos nosotros quienes mejor conocemos nuestra realidad? ¿Ha “reflexionado” sobre las medidas que podríamos aportar si se nos preguntara, si se contara con nosotros? ¿Ha cedido una pequeña parcela de su poder a los directores de los centros para que planteen sus carencias y sus necesidades?

Usted es un hombre inteligente, ha tenido que percatarse de las incoherencias de su “paquete de medidas”. Debe haberse dado cuenta de que no se puede dar un contexto de enseñanza-aprendizaje de calidad con tal ratio alumnado/profesorado, con tal falta de recursos, con tal ensañamiento burocrático y con tal falta de respeto hacia nuestra labor docente.

Después de todo lo expuesto, tan sólo puedo pedirle, con toda la humildad que tengo, que “reflexione” sobre todas las propuestas que ha planteado y “recapacite” sobre las mismas.