Los españoles debemos ser plenamente conscientes de la realidad de un país que lleva ya 273 días con un Gobierno en funciones tras las reiteradas negativas del máximo responsable del partido socialista, Pedro Sánchez, a facilitar con su abstención la formación de un nuevo Ejecutivo.

Una circunstancia que, pese a la inercia positiva de las reformas introducidas en los últimos años, comienza a pasar factura. De hecho, la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado incidirá negativamente en la vida de 14 millones de españoles, que dependen directamente de las políticas de empleo público, inversiones, subvenciones y financiación autonómica y local. En todo este tiempo el Partido Popular ha demostrado su responsabilidad al trabajar intensamente en la búsqueda de acuerdos entre las grandes formaciones que comparten cuestiones fundamentales como la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles, y que sin ninguna duda podría haber significado la adopción de acuerdos consensuados, de reformas duraderas que hubieran enviado un mensaje de estabilidad, certidumbre y seguridad a los mercados internacionales. Un gran pacto de Estado que no sólo habría ayudado a consolidar la recuperación emprendida, sino también a enviar un mensaje claro, concreto y contundente a quienes tan solo desean romper España. Un pacto de gobernabilidad junto a Partido Socialista y Ciudadanos.

No puede existir duda alguna respecto a la responsabilidad de Pedro Sánchez, secretario general de los socialistas españoles, en el bloqueo del país como consecuencia de sus tres “noes”. No a un gran Gobierno de coalición conformado por Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, como tantos que existen en las principales democracias de Europa. No a un acuerdo de Gobierno que permita la estabilidad política necesaria para mantener la recuperación iniciada hace algunos años. Y no a una abstención responsable y coherente para que se ponga en marcha de una vez la legislatura, evitando así nuevas elecciones. Unas terceras elecciones que sin ninguna duda significarían el fracaso total y absoluto de todos los partidos políticos con representación en el Congreso. Sin ninguna duda, los españoles pagamos ya un bloqueo irresponsable.