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Alfonso Pérez, profesor de Organización y Proyectos de Sistemas Energéticos

¿QUE ES LA FORMACION PROFESIONAL BÁSICA? Es una etapa educativa de oferta obligatoria y gratuita. Su finalidad es lograr que los alumnos adquieran un conjunto de conocimientos, destrezas, habilidades y actitudes que permitan desempeñar un puesto de trabajo; prepararles para su incorporación a estudios posteriores y para su inserción laboral y formarles para el ejercicio de sus derechos y obligaciones en la vida como ciudadanos.

Parece lógico pensar que se está pensando en dar una salida profesional a aquellos alumnos que queriendo aprender tienen dificultades de llevar adecuadamente una enseñanza reglada de la Enseñanza Secundaria obligatoria, por lo que la selección de estos alumnos debe ser cuidadosa y que encaje en los objetivos anteriormente indicados. ¿Alguna objeción a este planteamiento? Personalmente ninguna. ¿Cuál es la realidad? La realidad es que los alumnos que llegan a este tipo de enseñanza no quieren estudiar o no pueden. Entonces ¿qué falla? Pues falla que los alumnos son mal seleccionados, y parece que más bien es un aparcadero de alumnos difíciles. Voy a tratar de explicar a los amigos porqué razono de esta manera.

(Un real Decreto)-El Real Decreto 127/2014- establece que los alumnos que superen este ciclo formativo básico le van a permitir seguir la enseñanza secundaria posobligatoria. ¿Entonces donde está el problema? Como profesor del IES Siete Colinas y como profesor de la FPB soy testigo de lo siguiente:

El grueso de la selección de estos alumnos, son alumnos que no quieren estudiar o no pueden qué sentido tiene que a los alumnos de estas características se les ponga juntos, un ejemplo que pongo a menudo es; que cuando yo me afeitaba my hija pequeña se afeitaba con un lapicero, aprendemos fundamentalmente por imitación, si un padre quiere que su hijo sea honrado procurará que sus amistades no sean delincuentes Cuando amontonamos los alumnos de estas características implica que los que no quieren estudiar se fijan en los que no quieren y estos en lo que no pueden, se imitan unos a otros y es una lucha para que estos alumnos aprendan casi perdida, en mi caso como profesor de este grupo de alumnos por lo menos el 60 % de la materia que ni me la planteo que se pueda dar. Los padres queremos que nuestros hijos se fijen en aquellos que les animan a estudiar, a aprender a que se comporten adecuadamente, que sean educados.

He hablado desde luego con otros profesores y, es tal la intimidación ambiental existente en el aula que los alumnos que les beneficiaría este tipo de enseñanza se sumerge en el magma del: no quiero, para que sirve, a mí me obligan, me aburro, no tengo boli, otra vez a copiar…... Tiempo habrá de ahondar en el comportamiento de estos alumnos en el aula y a lo largo del horario escolar.

No pienso cansarme de decir que las leyes de educación son desde luego mejorables pero dentro de lo que cabe las leyes que tenemos cumplen su función, y si en su aplicación se busca el espíritu de la misma, seguro que algo hacemos con estos alumnos. La ley no dice que se pongan juntos alumnos que ni quieren ni pueden estudiar con alumnos que tampoco quieren o no pueden.

En Ceuta parece que lo que impera en la formación profesional es el enjuague. Guardemos a los alumnos que no quieren o no pueden estudiar en aulas con el nombre de formación profesional.

Si apelamos a que la Dirección Provincial de Educación de Ceuta tome cartas en el asunto ¿Qué podemos esperar? Si cuando la ley está clara y dice que en los ciclos formativos superiores son bilingües y que el profesor debe tener el B2 y no lo hace; si a lay dice que el profesor debe ser de Instalaciones eléctricas y lo hace; si los profesores que deben dar clases en las asignaturas de Ciencias aplicadas deben ser profesores del ámbito educativo de matemáticas o de física o de ciencias naturales y no lo hace; si lay dice que el jefe de departamento debe ser un profesor de secundaria y no lo hace; si debe promocionar los ciclos formativos y no lo hace es más los cierra; si las prácticas de los alumnos empiezan e febrero en vez del primer día de clase y no lo hacen; si los profesores de prácticas no pueden hacerlas por falta de medios y de recursos y no toma medidas. ¿Qué se puede esperar de estos Directores cuando se requiere cierta finura intelectual y educativa para la formación de los jóvenes ceutís?

Si yo tuviera un hijo y me aconsejan que vaya a la FPB no lo aceptaría. Es más pediría a mis compañeros cuando hablen con los padres no les aconsejen que a su hijo le conviene la formación profesional básica y a los padres que se lo piensen dos veces antes de firmar este consentimiento.

Claro que si tenemos un Director Provincial que compatibiliza su tiempo con clases en la Universidad tal vez ocurre que no tiene tiempo para dedicar a la Formación Profesional.