- La Asociación de Padres de Familia Separados (APFS) quiere mostrar públicamente una vez más al ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, su voluntariedad de ayudar a elaborar una ley de custodia compartida como norma general siempre prevaleciendo por encima de todo el interés los hijos, que no es otro que el tener padre y madre en igualdad de condiciones.

Estos días, se está hablando mucho de la buena voluntad o buena relación de ambos progenitores para que la custodia compartida como norma general sea una realidad, todos sabemos, que la mayoría de los divorcios desgraciadamente no suelen ser amistosos precisamente, máxime, cuando uno de ellos, en su mayoría algunas mujeres, saben que en caso de tener conflictos o mala relación, haciendo uso de la actual ley, obstaculiza la custodia compartida, haciendo con ello un daño terrible a los hijos, pasando a ser, en su mayoría los padres varones, meros visitadores de sus propios hijos.

Por tanto, ¿a quien le importa que haya conflictos? la respuesta parece obvia, a aquella persona que sabe lo que la ley le va a conceder en estos casos, anteponiendo los intereses personales, antes que los afectivos.

Por eso, esta asociación solicita una y otra vez a todos los organismos implicados, principalmente al ministerio de justicia, que una vez iniciado el proceso de divorcio y antes de la lógica intervención judicial, se obligue a las partes a realizar, como mínimo, tres sesiones de mediación familiar, supervisadas por profesionales neutrales y expertos en este tipo de actuaciones.

A nadie se le escapa que habiendo conflictos, nadie gana, todo lo contrario, todos pierden, principalmente los hijos, como tampoco a nadie se les escapa que hoy, con la ley actual, para que un padre pueda conseguir la custodia de su hijo, debe demostrar que es buen padre, mientras que para una madre, basta que demuestre que es su madre y esto mismo se puede aplicar a la custodia compartida.

Si se quieren hacer cambios en esta materia, algo que sin duda hace mucha falta, háganse bien, escuchando a todas las partes, al fin y al cabo, eso también es igualdad y no olvidemos nunca, que los que los padres sembremos hoy, nuestros hijos lo recogerán mañana.