Reto, esperanza, ilusión y seguridad, estas son las palabras en las que pienso cada vez que alguien en estos momentos me nombra al partido por el cual he entregado, de una manera demasiado intensa y al igual que otros compañeros y compañeras, una parte de mi vida. ¿Cómo podría ahora contribuir a destruirlo si lo que más quiero en mi vida, que es mi hija, ha pasado su infancia entre discursos, asambleas, barriadas y ejecutivas? ¿Cómo podría contribuir a destruirlo si he logrado ser mejor persona gracias a los valores que hemos ido conjugando con cada una de las propuestas, medidas y reivindicaciones realizadas por los integrantes de un partido histórico como el PSOE?

Ojalá la situación que estamos viviendo en estos momentos fuera tan fácil como para, tal y como dice Madina, resumir en una palabra todo lo que le quieres explicar al mundo entero.

Y dicho esto, me gustaría aclarar algunas cuestiones a las personas que en estos momentos están con lupa mirando nuestras actuaciones porque nos ven como el partido que somos, el del cambio y las oportunidades.

Punto 1. En el PSOE sí va a existir un Congreso para elegir al Secretario o a la Secretaria General por el procedimiento de primarias. Se tiene que consensuar el calendario, no el procedimiento o la negación del mismo. Nadie le quiere quitar la voz a la militancia. Por eso no entiendo la recogida de firmas, aunque están en su derecho.

Punto 2. Para que el PSOE sea asambleario se tendrá que cambiar los estatutos en el próximo Congreso Federal. Mientras, guste más o guste menos, es el Comité Federal quien decide los acuerdos de formación de un Gobierno, entre otras cosas, porque es el máximo órgano entre Congresos.

Punto 3. Todos las personas que conforman esta familia se merecen un respeto, empezando por González, pasando por Susana y terminando por Pedro. Nos podrá gustar una gestión u otra, pero la defensa de una no implica atacar a toda una organización hasta el punto, incluso, de perder cada vez más credibilidad entre la ciudadanía. 


Punto 4. El debate sobre el papel del PSOE ante una nueva investidura que nos pueda llevar a considerar la abstención o las terceras elecciones la tendríamos que haber tenido en agosto, con Pedro Sanchez en la cabeza. La Ejecutiva Federal lo evitó. Hoy por hoy el PSOE NO tiene decido qué hacer, aunque cada uno tengamos nuestros argumentos. 
Esta decisión la tomará el Comité Federal, un Comité formado por socialistas que tienen el aval de las federaciones.

Punto 5. Todos los argumentos son legítimos y de cara al bien común. No hay buenos y malos socialistas porque no hay nadie de mi partido que quiera a Rajoy. No quiero más preguntas trampas. 


Punto 6. El no a Rajoy se hace día a día, con auténtica oposición. Ahora y antes. También en Ceuta y nunca de forma interesada. 


Punto 7. La crítica no hace daño al Psoe, lo que hace daño es la duda sobre los procedimientos que se han realizado estas ultimas semanas. 


Punto 8. La gestora se merece y necesita todo el respeto del mundo porque fue avalada y aprobada en un Comité Federal. Aunque haya quienes prefirieron ausentarse de la votación en uno de los momentos más importantes y delicados del partido. 


Punto 9. Todos los que votamos que no a un Congreso exprés el 1 de octubre hicimos campaña para que Pedro Sánchez fuera Presidente. 
Otras personas no pueden decir lo mismo aunque lleven 20 años de militancia. 


Punto 10. Sí, estoy orgullosa del PSOE y a cada persona se le reconoce por su camino, no por su meta.

Punto 11. Gracias a todas las personas que hoy por hoy están manipulando el mensaje, tenemos todos los días comentarios sobre lo traidor que es el PSOE. Eso sí que ensancha a Rajoy. Podrán atacar a mi persona, igual que yo he criticado acciones individuales, pero nunca a las siglas. Y ojalá, ojalá Pedro Sánchez saliera a defender en estos momentos a un partido histórico y democrático que está siendo pisoteado. Confío en que al final lo acabe haciendo.

Mientras, ahora más que nunca creo que es el momento de defender aquello por lo que un día decidimos afiliarnos o votar. El PSOE tiene una identidad propia insustituible y estoy segura que saldremos mucho más fuertes y fortalecidos porque esto no ha hecho más que empezar e iremos, como siempre hemos demostrado, de logros en logros, de medidas a medidas, de legislación a legislación. Izquierda, por supuesto.