¿Y ahora que…? Porque aquí en Ceuta se apostó por la persona que el aparato del partido apoyaba es decir a Sáenz de Santamaría. Antes se había apostado por Cospedal, pero cuando perdió en las primarias se cambió rápidamente de ganadora por lo que pudiera venir. Fue como un rayo frio que cayó en la sede del partido en Ceuta, que aterrado cambio de vasallaje. Son las cosas de aquellos mediocres que, siempre sin sentido de futuro ni de ideales, suelen hacer. Yo siempre he pensado que estas son cosas de gentes estreñidas y ridículas que se dedican a calcular sus propias posibilidades de poder. En el fondo solo es una forma de despreciar lo que los ideales de un partido significan para los votantes, porque olvidando al mismo solo les preocupa la ambición del sillón y sus posibles ventajas, nunca la autoridad de identificarse con unos principios sólidos

Pero bien…! Ya tenemos a Pablo Casado como nuevo presidente y eso personalmente creo que es bueno, ya que anulando a la gris tecnocracia que hasta ahora ha dirigido el partido, formado por meros contables con título de economistas, es decir profetas al revés, creo que de nuevo empiezan las expectativas de gobierno para todos los que buscamos algo más y mejor en nuestra sociedad. Y eso lo digo porque en el fondo solo Casado ha mostrado nuevas ilusiones e ideales que son las que hemos mantenido muchos de los decepcionados del giro que arrugaba en los últimos años al Partido Popular, no solo por la corrupción sino también por otras cosas es decir…olvido de la familia, al respeto a la vida, a la propiedad, a la unidad territorial nacional, como realidad histórica de España, y a la firmeza en sus convicciones de gobernar con estas ideas. Y creo, aunque algunos crean que son solo ideas del centro derecha, o de la social democracia o de los liberales, son ideas que mantenemos muchos y que asumimos como buenas y para el futuro de todos los españoles. Por ello, es satisfactorio pensar que con este nuevo presidente se acaba la época utópica, ucronica y sin expectativas de futuro en la que se había encapsulado el partido Popular, sobre todo en nuestra ciudad, donde preocupados estamos sentados en el borde de la inseguridad del mañana..

Es por ello, ahora tiempo de reflexión para todos aquellos que desencantados en su día abandonamos dicho partido hartos de falta de ideas y de clientelismo político y económico, esperando que lleguen nuevos tiempos donde empecemos a reflexionar sobre nuestros abandonados ideales de futuro para todos. Sin embargo, creo que habrá que esperar algún tiempo antes de tomar decisiones. Porque hay que asegurarse sobre si es cierto eso de la renovación, que sin perder esta piedra angular de seguridad y confianza que sus principios ideológicos nos ofrecían, se mantengan y refuercen todavía más. Pero si esto es así como se ha prometido, es quizás el tiempo de regresar al mismo proyecto, ya que nos empuja a un nuevo porvenir esperanzador para todos, aunque en el camino deban desaparecer muchos de esos oportunistas del poder que tanto daño han hecho. Porque es necesario que este partido intervenga en lo que a la mayoría nos importa con sus realidades sustantivas, ya que las ideas deben ser obligatorias para que el Partido subsista.

Y esto lo digo porque considero que es momento de despertar de nuevo y defender lo que significa el Partido Popular, manteniendo esa pluralidad de personas que crean esa unidad dinámica que siempre le hizo fuerte, acabando con esas demagógicas individualidades que han pretendido someter, más o menos, anulando la libertad de sus afiliados y a los otros por bastardos intereses de poder. Y por eso es hora de defender de nuevo al verdadero partido.

De esta manera, es ahora, cuando empiezan nuevos tiempos donde… entre todos, los que mantenemos esos ideales, debemos luchar por prolongar hacia el futuro, como realizar, la figura de un Partido Popular renovado, que defendiendo su pasado, intente la perfección en su porvenir. Porque ahora… hay un presidente… Pablo Casado que transformado creo que se construyó desde dentro siempre con la estrella de nuestros ideales.