Javier Ángel Díez Nieto

Un nuevo atentado en Inglaterra nos sobrecoge y nos asusta. Son violentas rachas que rugen con odio ensangrentado hacia quienes los acogieron. Parece que un invasor de hierro y muerte, asalta los caminos de nuestra democracia y que solo sabemos correr ante ellos. De esta manera esta tierra antaño valiente que lucho y lucha por las libertades de sus ciudadanos, se ve asaltada por unos muñecos vacíos de valores humanos que solo buscan el caos y el miedo entre nuestras gentes. Así y de esta manera, que no de otra vemos escenas de pánico entre nuestras gentes que adocenadas como ovejas tiemblan, huyen y se asustan ante sus salvajes hechos.

Pero en este nuevo atentado, hay algo que me ha llamado mucho la atención. Porque…un valiente se enfrentó a ellos sin más armas que dos vasos. Era como un resurgimiento del valor y la belleza en la seguridad de aquellas gentes que nos llevaron a estar donde estamos. Porque ese grito silencioso que en su cabeza resonaba cuando se enfrentaba a los terroristas…. diciéndoles claramente que él no se conformaba con lo que estaba pasando, pasó a la acción…y era un grito antiguo. Así… ¡No defendiéndose…sino atacando y protegiendo a los suyos...así reaccionó este ciudadano! Magnifico ejemplo… ¡por fin algunos empiezan a reaccionar, contra los asesinos sin causa, con valor y audacia!... ¡Así debe ser el espíritu…pero no solo de unos pocos, sino de todos! Y este valiente resulta que es un vasco que se encontraba en el lugar de los hechos y reacciono.

Por ello… ¡Gora Euskalerria! ¡Gora mutil vasco!. Es decir… y en castellano ¡Bravo…joven vasco!. Y ya es difícil…que yo diga estas palabras, pero… repito…¡Bravo por este vasco de hombría y bonhomía que nos ha enseñado como se deben hacer las cosas! Casi…casi…parece un castellano de los de antaño. Porque nos ha dado un ejemplo de lo que se debe hacer. ¡Nunca correr a esconderse, sino enfrentarse a pesar de las consecuencias aunque sean personales para defender a los nuestros!

Porque él ha sido un ejemplo de lo que ha de venir. ¡Acción y reacción! Y por experiencia sé que el miedo da lugar a la cobardía que busca esconderse, pero que después da lugar a la audacia y a veces a la revancha. Así nos enseñaron los peleles asesinos de ETA hace algunos años. Pero así, es la naturaleza humana…

¡Miedo….rabia…orgullo y…decisión! Esto es el pan que alimenta a los valientes y este vasco nos lo ha demostrado. Y quizás muchos no se den cuenta, pero su acto es una semilla de seguridad que crecerá sin límites en muchos corazones. Y así este mármol disperso en que se ha convertido occidente volverá a fundirse en un solo bloque capaz de afrontar y derrotar a la desgranada y enfurecida arena en la que se han convertido los asesinos terroristas, que incapaces de construirse morada alguna para ellos intentan habitar en las nuestras y… a nuestra costa.