Samia Hossain Hamido, MDyC

Escalofriante es pensar que el 49,3% de los ceutíes, casi la mitad de la población, está a un paso del umbral de la pobreza según el último informe de EAPN e indignante que no conmueva lo suficiente para generar un cambio en las políticas sociales y económicas.

Un sabio proverbio dice: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”. Tal vez deberíamos reflexionar sobre ello cuando las medidas que se dedican a que nuestro estado del bienestar funcione no logran sus objetivos. Tenemos que invertir tiempo y esfuerzo para cambiarlas, mejorarlas y sobre todo para que cumplan su objetivo: romper el círculo de la pobreza.

Las políticas actuales anulan a las personas porque las hacen más pobres, más dependientes. en vez de potenciarlas para que aprendan a resolver los problemas en un sistema que se ha mostrado incapaz de revertir la situación actual.

¿Asistencialismo? ¿solidaridad?, tal vez tengamos que ir a la causa de los problemas y no dejar que la solución agrave y cronifique un problema que por cierto cuenta con un presupuesto millonario. Echar balones fuera pensando que  no quieren trabajar, que solo quieren vivir de ayudas es una falacia para justificar la incompetencia.

La triste realidad es que mientras unos gestionan irresponsablemente los recursos de todos, otros no tienen para vivir dignamente. Es una tarea difícil pero no imposible y lo que es mas importante aún, se puede y se debe hacer, existen medidas para llevar a cabo una política de Servicios Sociales, no de Beneficencia y sobre todo los recursos son más que suficientes para hacer cambiar la situación, solo es necesario tener voluntad política para llevarlo a cabo.