- Perderse en el trazado laberíntico de la actualidad internacional es casi inevitable. El ritmo asalvajado al que nos llegan las noticias aturde. Y aturde también la aceleración de los tiempos geopolíticos.

Los acontecimientos históricos, o potencialmente históricos, se amontonan. Y, a la hora de interpretarlos, emerge una sensación desconcertante: la sensación de haber sido abandonados, sin agua y sin brújula, en esa gran zona desértica que existe entre la urgencia del periodismo y la calma de la historiografía.

Pero en esa gran zona desértica aparece de vez en cuando un oasis. Y 'La primavera de los árabes' (Norma Editorial) es precisamente eso: un oasis. Un lugar donde recuperar la perspectiva, hidratarnos y rebajar el efecto del aturdimiento. La novela gráfica de Jean-Pierre Filiu (historiador y arabista) y Cyrille Pomès (dibujante) propone un recorrido ilustrado por las convulsiones que empezaron a sacudir al mundo árabe en diciembre de 2010.

La novela empieza donde todo empezó: en Túnez, en Sidi Bouzid, en el desesperado acto de protesta de Mohamed Bouazizi. Allí, como se ha escrito millones de veces, fue donde prendió la llama de las revueltas. Bouazizi murió el 4 de junio de 2011 y diez días después Ben Alí huía a Arabia Saudí. Antes, en Egipto, había caído Mubarak. Más tarde Salé abandonaría el poder en Yemen, y Gadafi seria derrocado y asesinado en Libia.

Pero la novela también recuerda de qué modo lograron resistir el embate otros regímenes del mundo árabe en cuyos pueblos también prendió la llama de las revueltas. Unos resistieron encajando algunos golpes (Marruecos, Argelia), otros hipotecando su país haciéndolo estallar en mil pedazos (Siria).

En las páginas que Filiu y Pomès dedican a Siria es donde más descarnado se muestra el relato. Las imágenes contextualizan e ilustran episodios como aquellas primeras manifestaciones contra el régimen en la primavera de 2011, en las que se denunciaba el secuestro, tortura y asesinato del joven Hamza Khatib; o el apoyo a la revolución mostrado por celebridades sirias como la actriz Fadwa Souleiman, más adelante refugiada en Francia, o como el cantante Ibrahim Kachouch, degollado en julio de 2011 por haber ridiculizado a Bashar al Asad.

La novela también se ocupa del efecto de las revueltas en la Franja de Gaza o en Bahréin -donde las columnas de blindados procedentes de Arabia Saudí contribuyeron a aplacar las protestas en la plaza de la perla, en lo que constituyó la primera victoria de la contrarrevolución.

La versión original de la novela fue publicada en Francia en Julio de 2013. La demora en la traducción es considerable. La obra no recoge por tanto episodios ulteriores fundamentales para seguir interpretando el alcance heterogéneo de la denominada primavera de los árabes: el golpe militar de Al-Sisi en Egipto, la victoria de Essebsi en Túnez, la irrupción de ISIS en el tablero sirio o la incapacidad de la Unión Europea para gestionar con dignidad la llegada de refugiados.

El trabajo conjunto de Jean-Pierre Filiu y Cyrile Pomès, una más que interesante alianza entre Historia y Dibujo, sigue dando frutos. Su última novela, “La Dame de Damas” (Futuropolis), vio la luz en Francia el pasado mes de Agosto. Tal vez en esta ocasión las traducciones tarden algo menos en llegar.