- Tenemos que entender la política como la máxima expresión del compromiso con tu país y con tus conciudadanos.

Quien se dedica a la política lo hace, y lo debe hacer, por y para los demás. La mejor forma de legitimar la acción política es reivindicar, y exigir, ejemplaridad a los servidores públicos. Por eso debemos emplear toda la contundencia contra aquellos cuyos actos de corrupción menoscaban la confianza de los españoles en nuestra democracia representativa y deterioran la imagen de nuestro país.

Los graves casos de corrupción que España ha venido arrastrando han supuesto un grave daño a la confianza en los partidos y en las instituciones.

Conscientes de la necesidad de reforzar los controles y de profundizar en la rendición de cuentas, el Gobierno del Partido Popular ha trabajado en un doble frente: aumentar los medios materiales y personales para ser más eficaces en la lucha contra la corrupción y aprobar reformas legales para mejorar los mecanismos de prevención, control y sanción. Todas las reformas en materia de regeneración democrática han tenido un objetivo prioritario: garantizar que ‘quien la hace, la paga’. Incluso con su propio patrimonio, hasta devolver lo robado, para que vuelva a revertir en la sociedad.

Somos el Gobierno que más medidas y más reformas ha acometido para prevenir, perseguir y sancionar la corrupción. Si las medidas que ha impulsado el Partido Popular en esta legislatura hubieran estado antes en vigor, la mayoría de casos que hoy alarman a los españoles no se hubieran producido porque tendríamos mejores herramientas para detectar y frenar a los corruptos.

La regeneración democrática ha sido uno de los ejes principales del programa reformista del Gobierno. Ahora, hay más derechos para los ciudadanos, como el refuerzo del acceso a la información pública recogido en la primera Ley de Transparencia de nuestra democracia, que ha puesto a disposición pública más de 850.000 registros de datos que ya están disponibles en el Portal de la Transparencia, y que incluyen desde personal y remuneraciones hasta procesos de contratación y subvenciones. Todo queda bajo la lupa de los ciudadanos para que conozcan y controlen el destino del dinero de sus impuestos.

Tenemos el firme compromiso de hacer que la política vuelva a ser percibida como una tarea digna y reconocida por su utilidad social.

Vamos a seguir trabajando para que la política tenga la máxima exigencia de ejemplaridad y ética pública.

Queremos que España sea un país donde los ciudadanos se sientan orgullosos de sus representantes. El compromiso de la próxima legislatura es seguir desarrollando en profundidad la Ley de Transparencia, la primera de nuestra democracia, para culminar el cambio en la cultura de lo público y la política.

Abriremos nuevas posibilidades de acceso y nuevos canales de participación en el Portal de la Transparencia, reforzando su capacidad como mecanismo para favorecer el control y la cercanía con los ciudadanos.

Además, impulsaremos las reformas precisas para asegurar la comunicación de los resultados de los Plenos municipales a través de Internet.

Fomentaremos la formación de los empleados públicos que participan en procesos de licitación pública en materia de ética, transparencia pública y prevención de la corrupción. Impulsaremos la formación en transparencia.

Seguiremos potenciando el papel de la Oficina de Conflicto de Intereses, en particular, en el control sobre los Altos Cargos, en función de los nuevos requisitos fijados en la Ley de Transparencia y el Estatuto del Alto Cargo.

Ampliaremos los registros de publicidad activa del Portal de la Transparencia, especialmente en relación a las subvenciones de otros ámbitos administrativos.