Sandra López

Si algo caracteriza a la política es la idea del uso que se hace de ella desde la realidad y la verdad. Cuando hablamos de la educación, eje fundamental del desarrollo y la oportunidad que tiene una ciudad para crecer económicamente, no debemos de caer en la manipulación ni en la subjetividad. Como socialista, pero sobre todo como madre defensora de la escuela pública y docente, no puedo obviar la respuesta de Bravo en el Congreso y el voto negativo del PP a una PNL que pedía mejoras en los recursos educativos de Ceuta.

Actualmente soy directora del centro de educación especial San Antonio, ese colegio que nombró como uno de los logros de Aznar pero que ni por asomo sabe de las necesidades que estamos pasando, y durante años he llevado la secretaria regional en el PSOE de Ceuta, es decir, si de algo sé, aunque sea un poco, es de esto.

Partiendo de que fuera cierto todo lo que dijo el diputado, no encuentro motivo para votar que no a algo que únicamente puede traer cosas buenas, puesto que no se trata de una guerra de presupuestos e inversiones durante los años del PP o del PSOE, se trata de alzar la voz y la gestión común para mejorar la calidad en los distintos colegios y centros de nuestra ciudad. Es decir, el voto negativo se me escapa de las manos. ¡ Si esa es la actitud para el Pacto, mal vamos!

Dicho esto, pongamos cada cosa en su sitio.

Los recortes en educación llegaron con el Partido Popular, un partido que reniega destinar un aumento del PIB a ella. Un partido que se ha cargado las becas, que ha vuelto a meter la religión en las aulas, que ha eliminado la educación para la ciudadanía, la filosofía y la ética, por el miedo a inculcar valores y razonamientos no estructurados. Un partido que sigue segregando por sexo, que culpabiliza al profesorado del fracaso escolar y que ha convertido la participación de la comunidad educativa en una estructura piramidal donde el máximo control lo tiene la Administración. Un partido que en Ceuta cerró el Centro de Recursos y Profesores y los Equipos de Orientación, que se cerró en banda al diálogo durante algunos años y que jamás ha movido un dedo para que pudiéramos estar en la Conferencia Sectorial de Educación. Un partido que ha recortado en personal y ha hecho aumentar la ratio de una manera altamente descarada.

No voy a enumerar datos, ni siquiera los nombres de los centros, éstos únicamente hacen confundir al electorado, pero sí quiero recalcar algunas cuestiones que caen por su propio peso. ¿ Si el PSOE ha sido quien más tiempo ha gobernado a nivel nacional, cómo que ha construido cero centros a nivel local? Recientemente, ¿de quien fue la concesión del Clara o qué ha posibilitado la inversión del 17? ¿Ante la imposibilidad de tener terrenos, quien ha construido más unidades y líneas? Bueno, podía seguir descifrando incógnitas pero no quiero perderme en comparativas que no dan soluciones. Tampoco pretendo no hacer un juicio crítico de mi propio partido, al que le faltó muchas cosas por hacer.

Eso sí, señor Bravo, ya que has mencionado a sus hijos ¿ a qué colegio van? Aunque me puedo hacer una idea. Pero, ¿ usted has visitado el resto?

Señor Bravo, ¿ la diversidad es tener la suerte de poder sentarse al lado de una persona de otra cultura? Que es precisamente lo que usted ha dicho en el debate. Si eso para ti es un ejemplo de ínterculturalidad tienes un serio problema de desconocimiento de uno de los mayores problemas de Ceuta. Negar la segregación y los guetos es estar ciego en una sociedad de élite, esa que ustedes definen para criticar la huelga feminista.

Así que querido Bravo, sería para mí un placer acompañarle un día por los distintos colegios de Ceuta, esos que quizás se ubican en barrios que nunca paseas. También le invito a hablar con el profesorado, ese que vive en un estrés y agotamiento constante. Así le ilustro para su próximo debate y en vez de argumentar lo bien que están sus hijos, argumentaras lo mal que están el resto del alumnado y la comunidad educativa en su conjunto.

Será entonces cuando sí te muestre todos los datos.